tag:blogger.com,1999:blog-56350828184275309182024-03-20T10:43:58.036-07:00EL ESPACIO DE CLAIRERECORRER EL CAMINO DE LA VIDA ES EN OCASIONES DIFÍCIL Y DURO PERO PESE A TUS CIRCUNSTANCIAS LOGRA QUE CON TU ACTITUD VIVIR SEA APASIONANTE. UNA SERVIDORA EN ELLO ESTA....MIL SONRISAS. Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.comBlogger166125tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-60606400224319845322017-02-02T06:24:00.000-08:002017-02-02T06:24:32.179-08:00SAMANTA VILLAR Y LA MATERNIDAD<div style="text-align: justify;">
Samanta Villar hace unas declaraciones sobre su experiencia en la maternidad y mamás de toda España se le "echan encima" porque no comparten sus sentimientos y opiniones. Se trata entonces de unas declaraciones polémicas, desafortunadas, sinceras. Yo voy a defender a Samanta Villar porque tiene derecho expresar lo que siente aunque no sea lo políticamente correcto. Las declaraciones que han provocado la reacción airada de muchas personas son las siguientes: "Tener hijos es perder calidad de vida",, "yo no soy más feliz ahora de lo que era antes" "Hay un relato único de la maternidad como un estado idílico que no coincide con la realidad y estigmatiza a las mujeres", "ahora es demasiado tarde, ahora soy madre y hay que apechugar" - esta última afirmación me provoca un par de sonoras carcajadas-. Desconozco cómo ha vivido Samanta sus inicios en su rol de mamá de mellizos. Sus pequeños cuentan un año de edad, lo cuál me hace suponer y más leyendo lo que dice que no ha sido un año fácil para ella. La experiencia de ser madre es única para cada persona. Cuando tras recibir el alta hospitalaria llegas a tu casa con tus dos bebés, la vida que conocías ya ha quedado atrás, para siempre. Entras en tu hogar y nada es a ser lo que era. Y repito que para cada persona la experiencia es única.</div>
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Mi experiencia desde luego fue increíble. Y no por maravillosa precisamente -sonrisa irónica-. Ha pasado mucho tiempo y no recuerdo bien aquellos días y meses, pero sí sé que fueron unos inicios duros. Extremadamente duros. Sé que para mí fue más duro que para otras mamás. Y no hay nada malo en reconocerlo. No veo porque ha de ser un tema tabú el decir que ser madre resultó una especie de pesadilla debido al agotamiento físico y emocional que se me vino encima. Al igual que cada madre es única, también es único cada niño. Recuerdo que al principio, cuando mi marido llegaba al medio día a casa a comer, me encontraba aún en pijama, con los bebés llorando y completamente desesperada. Y en muchas ocasiones comíamos un bocadillo en el parque porque no había tiempo de nada más. Eran unos bebés que reclamaban muchísima atención. Y que nadie me diga que todos los bebés reclaman atención, porque eso ya lo sé. Pero hay bebés que por sus circunstancias y su naturaleza reclaman más atención que otros y eso es así. Punto. Y la manera de reclamar atención no es otra que llorar, y llorar y llorar.....El llanto de uno calmaba al otro y así todo el tiempo. Pues bien, en esos ratitos de parque y bocadillo, recuerdo perfectamente que le comentaba a mi marido lo contradictorios que eran mis sentimientos. Me sentía agradecida de ser madre, pero al mismo tiempo me sentía mal porque estaba muy desesperada. La situación se me escapaba de las manos y sentía que no podía más. Hasta recuerdo que pensaba "Dios, ¿esto es ser madre? " "si no puedo ni respirar...". "Para esto quería yo ser mamá...; si no puedo más...".</div>
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Fue muy duro. Es la verdad. Ojala hubiera sido más dulce, pero no. En mi caso fue insufrible. Y yo era muy consciente de que la maternidad no era para mí lo mismo que para otras mujeres. Yo sabía que lo que yo estaba viviendo era excepcional. Más duro y desesperante que para la mayoría de las mamás. Claro que ahora tiene su explicación. Uno de mis dos bebés, el más llorón, el que "no me dejaba vivir", jejeje pobrecito... ser un bebé con autismo debió de ser para él muy difícil y por eso lloraba sin parar. Mi bebé al igual que yo, estaba desesperado.</div>
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Lo que yo viví y sentí, solo yo lo sé. Y no soy peor madre por decir que fue una pesadilla. Y no quiero menos a mis hijos por decir que de haber sabido cómo me iba a cambiar la vida habría aprovechado mucho más el tiempo. A toda mujer le cambia la vida la llegada al mundo de su bebé pero a cada mujer le cambia de una manera. Ese es el quid de la cuestión. Y eso no hay que ponerlo e duda.</div>
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Critican a Samanta Villar por sus declaraciones. Informan de que ser madre está por encima de salir a cenar, ó ir de copas, o viajar, o hacerse la manicura. Por supuesto. Los hijos tienen que ser prioritarios siempre, pero para algunas mamás, decir que la maternidad resta calidad de vida tiene un sentido más profundo. No obstante, Samanta Villar me parece una mujer agradable, espontánea, sincera, afectuosa y cercana y con todo el derecho a contarnos su experiencia como mama, con sus penas y alegrías. Y probablemente algunas de las afirmaciones que hizo, las hizo con la humildad y el sentido del humor que la caracterizan. Un hijo es lo más grande que nos puede dar la vida. Siempre he dicho y continúo diciendo que un hijo es un regalo. Eso no significa que la maternidad de ese hijo vaya a ser ni mucho menos un camino de rosas. Y contarlo no debería ni ser un tabú ni tendría que ponernos en el centro de la diana de críticas y prejuicios. Ser madre no exime de ser persona con sentimientos y emociones dispares y únicas.</div>
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Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-67754140563378522032017-01-28T07:46:00.001-08:002017-01-28T07:46:58.387-08:00D.E.P. BIMBA BOSÉ<div style="text-align: justify;">
La perdida de un ser querido provoca en las personas una de las emociones más tristes que experimentamos en la vida. Una persona a la que queremos, que forma parte de nuestra vida, que si se trata de un familiar directo, ya sea un padre, madre, sobrino, tío, hijo... un familiar sin el que no podemos imaginarnos vivir, el dolor se intensifica. Ya no volveremos a ver a esa persona nunca más. Hayamos o no pasado por ese trance, cualquiera de nosotros puede imaginar cuán grande a de ser el dolor que provoca esa perdida. La desesperación. Decir adiós a quién quieres y necesitas en tu vida. Decir el último adiós. </div>
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Cuando se muere alguien ajeno a nosotros, el dolor no nos llega. Nos puede apenar el pensar que ya la vida de esa persona llegó a su fin. Nos puede apenar el ponernos en la piel de sus familiares que tristemente lloran su perdida. Y nos puede apenar el saber que a todos nos va a llegar nuestra hora. Nos apena y como suele decirse, de alguna manera les "acompañamos en el sentimiento". Les acompañamos en su duelo. Les comprendemos y sentimos compasión.</div>
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La muerte de una persona es un acontecimiento sagrado que ha de ser respetado en sumo grado y aquel que lo vilipendia faltando el respeto, insultando, riendo o celebrándolo tiene que estar cometiendo un delito contra el derecho al honor de la persona. </div>
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Hoy en día cualquiera puede opinar, juzgar, criticar y pronunciarse acerca de lo que sea a través de las redes sociales, lo cual está muy bien y la libertad de expresión es maravillosa. Pero existen unos limites que no pueden ser sobrepasados. Insultar, denigrar, reírse de una persona fallecida no es libertad de expresión es maldad. Es querer hacer daño. Es querer hacer daño donde más duele. Y es un acto que bien merece ser castigado. La condición humana abarca múltiples facetas entre las cuales se encuentran la falta de empatía, la crueldad y la maldad que unidas dan lugar a comportamientos miserables y viles que hay que erradicar. Hacer daño de esta manera no puede de ser gratuito y libre. No se puede tolerar. </div>
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Dedicado a ti, Bimba Bosé. Descansa en paz.Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-8085553527955195242017-01-23T06:30:00.000-08:002017-01-23T06:30:09.361-08:00QUE BELLO ES VIVIR<div style="text-align: justify;">
Que bello es vivir. En el ondulante camino lleno de obstáculos qué es la vida, desvío la mirada hacia un lado del camino, y mis ojos se encuentran con las bellezas que ofrece la vida. La naturaleza, por ejemplo, es indiscutiblemente bella. Y no hace falta que uno se vaya muy lejos para poder disfrutar de ella. Si agudizas la mirada, en cualquier parque de tu ciudad seguramente podrás encontrar ejemplares magníficos de árboles hermosos. Cuando voy al parque, más de una vez me he quedado embelesada contemplando los altos y frondosos abetos que poseen una belleza íncreíble. Y las palmeras y sauces que se proliferan por doquier. Todo lo que sea verde es fascinante. Bello. Y apreciar la belleza de la naturaleza es tan sencillo que solo tenemos que fijar bien la vista y dejarnos llevar.</div>
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En ocasiones, el simple hecho de salir de casa y sentir el aire libre en nuestra piel, el calor del sol sobre nuestras cabezas es ya por si solo un auténtico placer.</div>
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Saborear la vida produce satisfacción. Valorar todo lo que tenemos produce satisfacción. Disfrutar de los pequeños y grandes momentos produce satisfacción. </div>
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Miles de frases de motivación circulan por internet y muchas de esas frases transmiten mensajes cuya intención es ayudarnos a disfrutar de la vida. Y estas frases llegan todos y cada uno de los días de la vida, pues las personas, en mayor o menor medida las necesitamos. La rutina, los problemas y el aburrimiento nos abruman y nos obcecan haciendo que se nos olvide que estamos vivos y que podemos salir de nuestro pequeño e íntimo mundo y acercarnos al disfrute de las pequeñas y grandes oportunidades que nos ofrece la vida. Es fácil que una se pierda en la vorágine de quéhaceres que el día nos depara, un día, y otro, y otro... pero el secreto está en saber encontrar dentro de esa vorágine, la belleza qué no siempre sabemos apreciar. Las prisas y las obligaciones son nuestro pan de cada día. No podemos escapar de nuestras responsabilidades y de nuestras rutinas pues son lo que conforman nuestra razón de ser, nuestra vida en el sentido funcional de la palabra. De lo que sí que podemos y debemos escapar es del aburrimiento que viene a ser el principal enemigo del disfrute de la vida. Realmente todo está en la mente. La búsqueda del sentido de la vida, la búsqueda de la felicidad... ¿acaso no es lo que todos buscamos? ¿qué buscamos exactamente? Pero si supuestamente yo ya tengo todo lo que quería.... por qué ando todavía buscando y necesitando algo que me hará sentir SATISFECHA. Porque se me olvida apreciar lo bello que es vivir y la suerte que tengo de estar aquí. Cada día que pasa aprendo a disfrutar más y más de las pequeñas cosas, de los pequeños momentos y de las personas que me rodean. Los niños, el ir y venir, las peleas... es la vida. Sin esa vida nada sería lo que es. Sin nuestras rutinas no seríamos los que somos. Y bien miradas con el corazón, las rutinas son hermosas. Y hermosos son también los inestimables momentos para una misma. Ya sea el sumergirme en la lectura de un libro, o el ver un ratito la tele, o el saborear un trozo de chocolate, ó el escribir una entrada para este blog, o muchas más actividades, me proporcionan un disfrute que no tiene precio. Para disfrutar de la vida es indispensable vivirla con pasión y con los ojos bien abiertos. Mi corazón late, la vida es bella y quiero disfrutarla al máximo. Esto es lo importante. </div>
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Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-30725696084856086512017-01-20T11:23:00.001-08:002017-01-20T11:23:15.979-08:00VIVIR Y ESAS COSAS<div style="text-align: justify;">
En el centro del huracán de las emociones, todo gira, nada permanece, la realidad se dispersa...</div>
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Intento aferrarme a una realidad solida pero no puedo, sigo evadida, diluida en las confusas profundidades de mi mente.</div>
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No poder agarrar el volante para conducir tu vida y tener que dejar que ésta te lleve por dónde te tenga que llevar en ocasiones desequilibra.</div>
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A merced de aquéllo que el destino me tiene preparado, seguiré escribiendo día a día las páginas en blanco de esta vida loca que me ha tocado vivir.</div>
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Pase lo que pase, al final del día te das cuenta de que lo importante es vivir. </div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-47319296410380717792016-12-11T06:50:00.000-08:002016-12-11T06:50:31.530-08:00FRASES DE MAMAS DE HOY.<div style="text-align: justify;">
Estaba el otro día en el parque conversando con una mamá mientras nuestros hijos jugaban en el tobogán, cuando los niños empezaron a pelearse como tantas otras veces. En esta ocasión, la discusión, gritos y llanto fueron causados porque mi niña le decía a su amiguito que no podía subir al tobogán porque era un niño. Y el tobogán era para las niñas. El niño se lo tomó muy, muy a pecho llorando y chillando lleno de pesar. Cuando su mamá le preguntó porque lloraba, él le explicó lo que ocurría y añadió que él quería subir al tobogán. Y que él quería ser una niña. Ante esta última declaración la madre no pudo evitar soltar una carcajada al tiempo que contestaba a su hijo con la siguiente frase: </div>
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- "Ay hijo, pues eres un niño ¿que le vamos a hacer?... ahora eres un niño, cuando seas mayor yaaaa..." .PUNTOS SUSPENSIVOS. No terminó la frase. Nos miramos y nos echamos a reír. Comentamos lo imposible que era esa frase pronunciada por una madre hace treinta o cuarenta años. Lo que hemos avanzado para hablar así. Como ha cambiado la vida desde nuestra infancia.</div>
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Me encanta encontrarme con personas de mente abierta y tolerante. Solo fue una frase, pero esos puntos suspensivos dejaban traslucir libertad e incondicionalidad. </div>
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Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-24734154770207502952016-12-02T16:02:00.000-08:002016-12-02T16:02:38.619-08:00DIA INTERNACIONAL DE LA DISCAPACIDAD<div style="text-align: justify;">
- "Mira qué mariposa más bonita he dibujado" le dice una niña entusiasmada a un niño que está sentado a su lado. </div>
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- No puedo verla porque soy ciego. - le explica el niño con naturalidad.</div>
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-"Oye nena quítate del tobogán que se van a tirar y te harán daño" - le dice una mamá a una niña pequeña a quien su padre se acerca y le extiende la mano a tiempo que explica a la mujer "no te obedece porque no te oye. Es sorda de nacimiento.".</div>
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-"¿Niño cómo te llamas? ¿niño quieres jugar conmigo? - le pregunta un niño a otro que lo ignora completamente. Su mamá acude a ayudarle "no quiere jugar. A lo mejor otro día..." . Sí que quiere jugar, pero no puede porque tiene autismo.</div>
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-"Vamos a hacer una carrera; hasta el patio" - dice un niño a sus amigos. Todos salen corriendo. Un niño que va en silla de ruedas porque es paralítico hace coger velocidad a su silla para no quedarse atrás hasta que llega a unas escaleras y tiene que abandonar la carrera. Con la silla no puede bajar esas escaleras.<br />
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DISCAPACIDADES</div>
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Desarrollarse con normalidad y poseer todas las facultades mentales y físicas es una bendición de la que la mayoría de las personas no es consciente. <br />
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Es maravilloso ver a mi hija crecer. Cada día está más mayor y más lista. No para de hablar y está disfrutando muchísimo de sus amiguitas en el cole. Lo quiere saber todo, hacer todo y disfrutar de todo. Me encanta ver cuánta vida hay dentro de ella. Eso sí, tiene mucho caracter. La vida es fácil con ella. Todo fluye. Mi hija no tiene ninguna discapacidad. Es afortunada.<br />
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A mi hijo en cambio no puedo pararme a verlo crecer; a mi hijo lo ayudo a crecer. Le intento enseñar todo. Sin esfuerzo no hay aprendizaje. Y cuando digo esfuerzo, lo digo con letras bien grandes ESFUERZO. Su evolución no fluye con naturalidad. Su evolución es lenta y costosa. Cada día le repito, le ayudo, le estimulo. Una y otra vez, una y otra vez... El tiene discapacidad intelectual. Autismo concretamente. La vida con él es de otra manera. Me cuesta encontrar las palabras que describan mi percepción de su discapacidad, porque para mí es el día a día. Para mi es algo natural el tener que esforzarme para que él pronuncie la palabra "mamá" y cualquier otra palabra. Para mí es algo natural el hecho de que él no pueda pintar un dibujo. Para mí es algo natural el dedicarme a jugar con él a las cosquillas para encontrar su mirada y lograr así nuestra conexión. Toda la dedicación que él necesita para seguir evolucionando es ya para mí algo natural. Pero no por ser algo natural quiero decir que sea fácil, o qué no me derrumbe de vez en cuando. O que no me canse. Él necesita todo y yo estoy ahí para hacer todo lo que esté en mi mano para ayudarle en su desarrollo. Y el desarrollo con su discapacidad no tiene nada qué ver con un desarrollo normal. Su desarrollo depende de mi. Y de las profesionales que están con él todos los días. Su desarrollo es muy lento y hay que trabajar mucho para seguir adelante. Son muchas sus necesidades especiales y por suerte estamos cubiertos en el cole y con las terapias. Sin la ayuda impagable de las profesionales, él no tendría muchas posibilidades de salir adelante. Porque para que él salga adelante y evolucione y se pueda defender en mayor o menor medida en la vida necesita mucho, mucho trabajo. Lograr su autonomía no es nada fácil. En realidad nada es fácil para él. Todo requiere trabajo, trabajo y mucho trabajo. Y por trabajo quiero decir repetición, estimulación, insistencia o dicho de manera coloquial : estar encima de él todo el día. <br />
La concienciación es muy importante. Para que el mundo sepa cómo vivímos, qué necesitamos, a qué nos enfrentamos... para que el mundo conozca qué es el autismo y cómo afecta a la persona, es necesario que los que lo vivimos lo contemos. La concienciación ayuda a allanar el camino de las personas con discapacidad y el de sus familiares. La discapacidad implica una lucha sin tregua para intentar alcanzar la mayor autonomía y el mejor desarrollo posible de la persona combatiendo con lo que lo impide. Y lo que lo impide es muy fuerte por lo que tenemos que ser muy fuertes y muy constantes.<br />
Hoy 3 de Diciembre es el día internacional de la discapacidad, pues bien, yo aplaudo a las personas con discapacidad y a sus familiares por su esfuerzo y su dedicación. Les aplaudo y les tiendo mi mano.<br />
Concienciación, visibilidad e inclusión. Y a seguir trabajando. A seguir caminando...<br />
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Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-14451287742100983062016-11-27T09:13:00.000-08:002016-11-27T09:13:50.903-08:00MOMENTOS INOLVIDABLES EN EL ASCENSOR<div style="text-align: justify;">
Entramos los tres en el ascensor; apresurados, que llegamos tarde, como siempre. En el reducido espacio nos recibe una vecina con su hija. Nos damos los "buenos días" cordialmente y ella se dirige a mi pequeño con un "hola Manolito". Como Manolito está distraído, yo, su mamá siempre dispuesta, le saco de su ensimismamiento con un "Manolito que te están saludando. Dile hola". Mi hijo se gira hacia la vecina y tras mirarla decide meterle la mano por debajo del jersey para tocarle la barriga. "Qué mano más fría" exclama riendo la vecina... "Manolito eso no se hace" corrijo yo a mi pequeño. Entretanto mi hija se haya frente a frente con la otra niña. Ambas se miran fijamente. Tienen casi la misma estatura pese a que la otra es tres años más mayor. De repente a mi hija le pica la nariz y....Aaaachiissss... le estornuda en toda la cara a la otra que permanece impertérrita con su dulce carita y sus gafas de pasta que la hacen más enternecedora. "Cariño en la cara no le estornudes" le digo yo al tiempo que la aparto por la barbilla. Mi vecina y yo nos miramos. Sobran las palabras. Llega la risa. La carcajada más bien...Qué momentazos en unos segundos. Entre risas de verdad salgo del ascensor y nos despedimos: "Qué locura de vida" y mi vecina divertida me dice adiós con la mano porque no puede parar de reir. Mi hija también se está riendo cuando salimos a la calle. Me mira con su carita llena de vida y me dice "le he estornudado en la cara, mamá.." y suelta unas carcajadas. "Si cariño....." y le explico que se tiene que tapar la boca con la mano cuando vaya a estornudar, pero ella aunque atenta sigue regocijándose en su recuerdo del estornudo...</div>
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Empezamos bien el día. Con unas risas, claro que sí...</div>
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Puede que alguien piense que tengo una visión retrógrada de los roles que se atribuyen a hombres y mujeres en cuánto a su esencia más primitiva. Pero posiblemente no me alejo mucho de la realidad. </div>
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En las novelas románticas la versión del hombre fuerte, apuesto, inteligente que trata a la mujer con indiferencia y frialdad pero con momentos de ternura en los que deja ver que tiene un corazón latiendo gusta al público. En concreto gusta al público femenino. Y la dama en cuestión, lejos de alejarse del varón inalcanzable, se enamora perdidamente de él y logra conquistarlo con su belleza e inocencia. La mujer sin duda ninguna, el sexo débil. A muchas mujeres estas historias les despierta sus más íntimos anhelos de amor. Y en la vida real, el cortejo de antaño en el que el hombre era el que se encargaba de conquistar a la mujer (o eso nos han contado...), se ha convertido en un intercambio de números de móvil para luego contactar vía wasap y en el que muy a menudo también es la mujer la que lucha por conquistar al hombre con sus ingeniosos mensajes y su asombrosa paciencia cuando ellos están más ocupados en otros asuntos que en el cortejo flagrante y es ella la que espera y espera y se desespera.</div>
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A la mujer le atrae un hombre fuerte. Un hombre con carácter. Un hombre que la proteja. ¿ Cuántas veces hemos visto películas en las que por algún motivo, el hombre se pelea con otro u otros en defensa de la mujer? .Muchas. A puñetazo limpio. Y nos ha de parecer heroico e incluso romántico. El hombre fuerte y protector que todas queremos en nuestra vida. La mujer el sexo débil.</div>
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Y si retrocedemos un par de décadas, ¿cuántas veces hemos visto en las películas, o en las telenovelas, que tras una discusión acalorada entre los enamorados atormentados, el hombre zanja la discusión dándole a la mujer una sonora bofetada de esas que giran la cara? luego él abandona la escena enfadado dejándola a ella confusa y desolada. Y eso nos parecía romántico. Gustaba al público. La mujer el sexo débil.</div>
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Porque la mujer sigue siendo el sexo débil. En el cine, en las novelas, y en la vida real. El hombre tiene poder sobre la mujer porque la mujer necesita tener a un hombre en su vida. El concepto del amor romántico como base fundamental para cimentar la vida está tan fuertemente arraigado en la mente femenina que diríase que es una necesidad vital en la mayoría de las mujeres. Demasiadas mujeres no pueden o no saben estar solas. No sé si lo que he escrito tiene algo que ver con la violencia de género, pero algo me dice que sí. A veces se dice a la ligera que a las mujeres nos gustan los "malos". Por desgracia hay hombres malos de verdad y mujeres que los sufren. La dependencia y la sumisión de muchas mujeres también es una lacra. En la lucha contra la violencia de género también hay que luchar por cambiar eso. No atribuir al hombre ese poder, ese endiosamiento. No entender como romántico la supremacía del hombre sobre la mujer. Desechar la idea de que compartir la vida con una pareja es imprescindible para ser feliz. La cuestión no es nada fácil. Nada, nada fácil. El enamoramiento es un estado increíblemente maravilloso y la mujer lo vive con profunda intensidad. La mujer no exige la misma intensidad. No renuncia cuando la reciprocidad flojea si no que insiste, y espera, y se angustia. Esa es una de las razones por las que la mujer sigue siendo el sexo débil. Por su necesidad imperiosa de tener un hombre a su lado. Puede que cambiar esa necesidad constituya un paso adelante en la lucha contra la violencia de género. Pero en el fondo pienso que cambiar esa necesidad es tan difícil que no es posible. Cuando una mujer se enamora, se vuelve ciega y solo ve su propia necesidad. Y si el hombre no la merece o no es el apropiado, ella no lo ve. Solo siente su necesidad. Y ¿cómo se hace para cambiar esa necesidad inherente en la mujer?....</div>
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<br />Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-90694379749478437602016-11-08T13:15:00.000-08:002016-11-08T13:15:37.615-08:00VENCER LA ANSIEDAD<div style="text-align: justify;">
Qué complicado es vivir. El otro día leía un artículo que decía que España es el país de la Unión Europea que encabeza la lista de consumo de tranquilizantes. Me lo creo. Quien no toma Trankimazin toma Diazepan y quien no, Orfidal. Ayer por la tarde fui presa de la ansiedad, y me fume ansiosa un cigarrillo con una conocida que casualmente también era víctima de la susodicha sanguijuela. Hablamos de ello lo que duró el cigarro. "¿Qué te produce a ti la ansiedad?" le pregunté en confianza. Ella respondió que el trabajo. Mucho trabajo y falta de tiempo le generaban mucho estrés. Un mes antes había acudido a su médico de cabecera porque empezaba a experimentar dolor de cuello y jaquecas junto con una sensación asfixiante de ansiedad. Tankimazin le recetaron. Casi un mes tomando las pastillitas. "Ya no me las tomo" me dijo, "pero sigo teniendo ansiedad". </div>
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Otra conocida mía, consume habitualmente tranquilizantes para calmar su ansiedad y poder dormir por las noches. La causa de su ansiedad actual, son los envites de la vida recibidos en el pasado. Divorcios, riñas familiares... no poca cosa. Pero aunque tome tranquilizantes, la ansiedad la sigue acompañando. Ansiedad. Ese estado de inquietud del ánimo que no nos permite vivir en paz. Ese nerviosismo interno que nos angustia y nos quita la energía. Personalmente, en algunas ocasiones, he recurrido al Orfidal para conciliar el sueño. Para eliminar la ansiedad no creo que sea en absoluto efectivo. La ansiedad nos la producimos nosotros mismos, con nuestros pensamientos. Nuestras preocupaciones, nuestras ansias, nuestros temores. No es cierta la frase con la que he empezado esta entrada. Vivir no es complicado. En realidad la vida es muy sencilla. Son nuestras mentes ociosas, o descontroladas las que nos introducen en espirales sin fin de preocupaciones y lamentaciones. El origen de la ansiedad radica en que no sabemos vivir. No estamos preparados para la vida. Desde la más tierna infancia, se asientan en las cabezas las ideas de cómo va a transcurrir nuestra vida. Básicamente se da por sentado, estudiar para después trabajar. Casarse y tener hijos. Y ser felices. Hacerse viejo para finalmente morir. Obviamente todos sabemos que ocurren "cosas malas", pero nadie piensa que le puede tocar a uno mismo. Aunque realmente, no es necesario que exista la tragedia para que llegue la ansiedad. Aún cumpliendo con el "plan establecido", las emociones, las rutinas, los desengaños, la insatisfacción y demás sensaciones no felices, llegan y son en muchos casos, causantes del inicio de la vorágine de pensamientos negativos que nos lleva directos al estado de la ansiedad. Suponiendo que el origen esté en la infancia... ¿hay manera de preparar a un niño para afrontar las adversidades de la vida? ¿hay manera de enseñar a un niño cómo controlar los pensamientos?, porque sin duda ninguna, en los pensamientos está el quid de la cuestión. Si no pensáramos tanto, no tendríamos tanta ansiedad. Lo que tenemos que hacer es aprender a pensar. Aprender a dejar de pensar. Controlar nuestros pensamientos para que no sean dañinos. Se dice que en las batalla que tenemos que lidiar a lo largo de la vida, la actitud es muy importante para lograr salir airosos. Y¿ qué es la actitud si no nuestros propios pensamientos?. Con ellos debemos lidiar. A ellos debemos controlar. Somos lo que pensamos... pues vamos a pensar bien. Que nuestros pensamientos no sean dañinos. Sea cual sea nuestra adversidad, no debemos permanecer mucho tiempo pensando en ella. Cambiar de pensamiento. Buscar alternativas. Leer, ver la tele, salir a pasear.... lo que sea. Pero no languidecer en nuestras penas. Que la preocupación no nos domine. Dominamos nosotros. Actitud. No es fácil, pero hay que hacerlo. No nos queda otra opción. Aprendiendo a pensar abriremos puertas a lo que está por llegar y cerraremos heridas. Se trata de cambiar el hábito de nuestra manera de pensar y enfocar los problemas. Un hábito seguramente firmemente arraigado a nuestra naturaleza. Un hábito a modificar. Yo lo voy a hacer. Lo tengo muy claro. Adiós ansiedad. Ahí te quedas..... ; - ) </div>
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Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-50316939828762448282016-10-31T08:21:00.000-07:002016-10-31T08:21:41.965-07:00AUTISMO Y ESTIGMA SOCIAL<div style="text-align: justify;">
Tomando un café abrimos nuestra alma. Hablamos sin pensar, dejando salir con nuestras palabras todas las emociones. Hablar sana. Una conversación puede ser una cura para nuestra alma. Cuando compartes con alguien una circunstancia ó un condición es muy fácil que la conversación fluya. Nada de lo que cuentes la va a sorprender. No se va a asustar, ni te va a compadecer ni mucho menos a juzgar ni a cambiar de tema con más o menos gracia. No se va a sentir incómoda en ningún momento. </div>
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Simplemente te va a escuchar; se va sentir identificada en mayor o menor medida. En una conversación así, se comparte, se entiende y se apoya. Se puede reir o llorar, no importa. Las personas se entienden, se complementan.</div>
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En el mundo del autismo yo creo que hablar sana. Y sana más todavía reir. Pero nos siempre tienes con quien hablar. El estigma social en torno al autismo existe y por eso muchas mamás nos sentimos incomprendidas. Sentimos que nuestros problemas son solo nuestros, que al mundo no le importa. Y personalmente yo necesito formar parte de un grupo. Necesito hablar, y que me entiendan. Necesito no sentirme sola. </div>
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En conversaciones con mamás de niños "normales" muchas veces, cuando hablo de mi hijo, percibo que ellas prefieren no saber. Que no les cuente. Quizás sientan temor. Tienen la suerte de que sus hijos están perfectamente sanos, y saben que en esto de las enfermedades y demás, dependemos de la suerte. Y para ellas, la mala suerte cuanto más lejos mejor. Las entiendo pero no comparto ni apruebo esa actitud. Soy una persona dotada de mucha empatía y sensibilidad. Escucho a los demás cualquier cosa que quieran compartir conmigo y cuando se trata de problemas o enfermedades, intento que mis palabras les sirvan de consuelo, aunque sea un poquito. Por eso cuando hablo con naturalidad de lo que le ocurre a mi pequeño, no me gusta que no me quieran escuchar. No me gusta que no le quieran conocer. Y no me gusta que le resten importancia a lo que nos pasa aprovechando para cambiar de tema. Tenemos autismo, sí, pero no por eso somos menos personas. Somos exactamente igual que los demás. E igual que el resto, necesitamos hablar, y comunicar y compartir y formar parte de esta sociedad. Me vienen a la cabeza las palabras a las que ahora empiezo a dar la importancia que tienen y que son concienciación y visibilidad. Cuando personas concienciadas se cruzan conmigo por la calle y desinteresadamente se agachan a decirle "hola" a mi hijo y le dedican el tiempecito que él necesita, mi corazón se llena de júbilo. A esas personas ese gesto no les cuesta absolutamente nada. Lo hacen de una manera espontánea y natural, tal y como lo hacen con otros niños. Pero con un niño con autismo, esos gestos cobran relevancia. Humanidad. Nos hacen sentir iguales y eso es más importante de lo que cualquiera se pueda imaginar.</div>
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Si algo estoy aprendiendo en esta vida, es que la realidad de las personas, para entenderla hay que vivirla. He aprendido que debo escuchar desde mi ignorancia. He aprendido que debo ser consciente de mis propios prejuicios para poder derribarlos. Sé que muchas personas nos van a cerrar sus puertas pero que algunas no lo harán y que son esas personas me voy a quedar. Las que no quieren saber de nosotros,.. pues ellas se lo pierden. No me importa no comprender porque ese rechazo. No tengo tiempo para lamentaciones. Mi puerta está abierta para quien nos quiera conocer, Para quien quiera nuestra sincera amistad. La vida se compone de momentos, y yo los buenos momentos los atesoro y disfruto cuánto me sea posible. A fin de cuentas, la vida son dos días. Voy a seguir hablando del autismo con naturalidad pero quizás con un poco de intención. Intención de concienciar. Y ahora más que nunca voy a estar para esas personas con realidades diferentes y a las que una conversación y una taza de café les pueden suponer un cambio importante en su estado de ánimo. Sea cuál sea la propia realidad, una buena conversación ayuda. Todos tenemos derecho a formar parte de la sociedad. </div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-40666129002118628692016-10-26T06:43:00.000-07:002016-10-26T06:43:55.308-07:00 HOMBRES, MUJERES....UFF...<div style="text-align: justify;">
<u>ELLA</u></div>
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Respira sofocada, por lo que al recibirla, su amiga le pide que se calme. Que qué le pasa; acaso vino corriendo?. Ella entonces toma conciencia de su estado. Completamente alterada. Trata de serenarse respirando despacio para apaciguar a su agitado corazón. Su amiga le habla. Le cuenta algo sobre una discusión con su compañera de trabajo. Ella trata de concentrar su atención en las palabras de su amiga, quien por su parte, conforme avanza en su argumento, va hablando cada vez más deprisa. Se le nota que está disgustada por lo sucedido, piensa ella al tiempo que asiente con la cabeza para dar a entender que está de acuerdo con lo que le está diciendo. "Como quien no quiere la cosa", saca el móvil de su bolso, y antes de dejarlo sobre la mesa comprueba que él todavía no le ha escrito ningún mensaje. Desolada, deja el móvil y nota cómo los latidos de su corazón se aceleran de nuevo. Por qué no le escribe. Llevan un mes saliendo y siempre pasa lo mismo. Él nunca toma la iniciativa de escribirle y encima cuando lo hace ella, el tarda en contestarle lo que le da la gana. Y ella necesita saber que él está con ella. Necesita que le escriba. Desea más que nada en el mundo estar con él. La ansiedad que le produce el no saber le parece una tortura. Dios, con lo poco que cuesta escribir un mensaje - se lamenta con frustración.</div>
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Ya en casa decide enviarle otro mensaje. En tono jovial. Que él no se sienta presionado, ni obligado a contestar, y que no perciba la ansiedad en ella. Vale ya está hecho. A ver si ahora le dice algo. </div>
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Ella tiene muchas cosas que hacer, pero no tiene ganas de hacer nada. Se siente tensa por culpa de él. Solo tiene ganas de chillar. Abriría la ventana, se asomaría y levantando la cabeza hacia el cielo azul, lanzaría un agudo grito que expulsara de su alma toda la agonía, la frustración y la impotencia que está sintiendo en su interior. Hastiada, se dirige al cuarto de baño. Se duchará para hacer algo útil mientras espera. Se conoce lo suficiente a sí misma para saber que cuando está en este estado de impaciencia por recibir un mensaje del chico con el que está iniciando una relación, cualquier cosa que intente hacer resulta inútil. Su mente no da para nada. La ansiedad la anula por completo. Le parece como si su vida entera girara en torno a esa relación. Como si ella fuera dependiente del fluir de esa relación. ¿Es obsesión? ¿tiene ella un problema? ¿por qué es su mente así?</div>
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<u>EL</u></div>
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<u><br /></u></div>
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<u><br /></u></div>
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Son las once de la mañana y recibe un mensaje en el móvil de la chica con la que está teniendo algunas citas. Ella le gusta. Es guapa y le cae simpática. Lee el mensaje y continúa comiéndose su bocadillo. No le contesta en ese momento.</div>
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¿Le gusta de verdad? ¿por qué no le contesta tras leerlo?</div>
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Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-14212888072075338902016-10-24T03:43:00.001-07:002016-10-24T04:46:44.621-07:00MAMA AZUL - MAMA DE UN NIÑO CON AUTISMO<div style="text-align: justify;">
Ser una mamá azul quiere decir que eres la mama de un niño con autismo. Yo soy la mama de mi niño. Y soy una mamá azul porque mi niño tiene autismo. AUTISMO. Solo la palabra ya da miedo. Sobre todo al principio, cuando lo diagnostican. El miedo es atroz y paralizante. Y el rechazo. El rechazo es otra reacción casi inevitable. Rabia. Rabia contra el mundo. Contra la vida. Contra todo. Creo que muchas mamás azules estarán de acuerdo conmigo en que la confirmación del autismo en nuestra vida conlleva un período muy, muy duro. Yo personalmente me quedé ciega. Ya no veía a mi pequeñín. Solo veía el autismo que padecía. Sólo veía sus síntomas inesquivables. Solo veía un horizonte oscuro y tenebroso donde el miedo implacable no me permitía ver nada más. Lo pasé mal, mal, mal. Me negaba tajantemente a aceptar la realidad. No quería que fuera la realidad. No. Mi hijo no. Pero mi rechazo no evitó que las cosas son como son, y que quiera o no quiera, mi hijo sí que tiene autismo y nuestra vida.... pues es nuestra vida. A ese período que precede al diagnostico lo denominan "período de duelo". <br />
Recuerdo de aquéllos días que había una frase que me ayudaba a apartar de mi mente el constante miedo al futuro de mi hijo, y decía algo así como que "los sufrimientos son como nubes pasajeras, que de lejos se ven muy negras pero cuando llegan apenas son grises". Para mí es una frase sabia porque con el paso de los años, en mi presente, pese a que las circunstancias son las temidas, mi cielo no es del color negro que yo tan atemorizada me auguraba. Vivo nuestra vida con naturalidad. Tengo días malos, pero si hay una fuerza capaz de vencer el miedo, el rechazo y la rabia, esa es la fuerza del amor. El amor incondicional. Muchas veces miro a mi niño pienso "pase lo que pase, te quiero"</div>
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Lo que más he deseado en esta vida es ser madre. Y lograrlo no fue fácil porque tuve que esperar bastantes años. Si cuando estaba embarazada los médicos hubieran detectado que mi hijo iba a tener autismo, mi hijo estaría aquí a día de hoy. De eso estoy convencida. Por eso, hoy en día lo miro, y cuando recuerdo cómo rechacé su condición (por llamarlo de alguna manera...) me entristezco. No estaba preparada para "un golpe" así. Necesité mi tiempo para asimilar, aceptar y aprender. Es mi chiquitín, indefenso, inocente, amoroso... Es mi tesoro. Él y su hermana. Los dos son la razón de mi vida. Lo que más quiero. Ellos hacen latir mi corazón cada día. </div>
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Soy mamá azul de mi niño y mamá neurotípica de mi niña y la diferencia entre la ejecución de ambos roles es bastante grande. Las preocupaciones, el esfuerzo, las limitaciones... la vida es muy diferente con un niño con autismo. Es muy intensa. Cada día te enfrentas a obstáculos. En ocasiones los prejuicios de la gente te caen como jarros de agua fria, Y compruebas en tus carnes que eso que llaman estigma social existe. Es en esas tesituras cuando el amor hacia mi niño se hace inmensamente grande, y mi corazón se arma de coraje y cogiéndolo de la mano seguimos nuestro camino, avanzando hacia adelante y dejando atrás todo lo demás. <br />
No puedo olvidar que yo soy una mamá azul afortunada porque en este transitar por el mundo del autismo he tenido la suerte de conocer a gente verdaderamente maravillosa. Profesionales que nos ayudan en nuestro día a día. Nos enseñan a aprender y a mi personalmente me hacen sentir que no estoy sola. Que me tienden la mano. Estoy muy agradecida.<br />
La vida de las mamás azules no es fácil. Pero ante todo somos mamas y como todas las mamas, lo damos todo por nuestros hijos. <br />
Disciplina, Constancia, Esfuerzo, Juego, Diversión, Conexión, Evolución, Comunicación, Interacción, Trabajo, Contacto Visual, Estimulación, Concentración, Amor, etc.<br />
Adelante. Siempre hacia delante. Y si es sonriendo, mejor que mejor.<br />
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<br />Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-53351852339361213802016-10-20T10:25:00.002-07:002016-10-20T10:25:34.268-07:00APRENDIENDO A VIVIR<div style="text-align: justify;">
"¿A qué mundo os he traído?" me pregunto a menudo. En un mundo en el que nada es seguro excepto el cambio, habéis de saber que no hay camino sin curvas, sin obstáculos, sin cuestas. No hay que dar nada por sentado. Para bien o para mal, cualquier cosa puede suceder. No os puedo prometer una vida fácil, pero sí os puedo decir que caminando hacia adelante, se llega. </div>
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Mi vida es complicada pero no por eso me gusta menos vivirla. Vosotros me dais la fuerza para seguir adelante. Tengo muchas ganas vivir, de disfrutar, de compartir. Muchas veces, a causa de los acontecimientos en los que me veo inmersa, me acucia el miedo. El miedo al qué pasará; al cómo saldré de ésta; al ¿y si no lo consigo? ... El miedo es inevitable. Todos hemos tenido miedo alguna vez. Las personas necesitamos sentirnos seguras; necesitamos saber que vamos a estar bien, que no nos va a pasar nada; que todo se va a arreglar. Por eso cuando nuestro bienestar se tambalea y perdemos el control de la situación nos ponemos nerviosos y nos asustamos. Necesitamos que todo vuelva a ser como "antes". A veces eso no es posible, y es entonces cuando tenemos que sobreponernos al miedo y seguir hacia adelante. Sin tregua. Hay que convertir el miedo en la herramienta que nos ha de servir para fabricar coraje, fuerza y voluntad. El qué sucederá después es una incógnita, pero nuestra actitud ha de ser fuerte, pragmática, perseverante y positiva. Porque pase lo que pase, mientras estamos vivos, es vital aceptar nuestras circunstancias, sean estas las que sean. Y pase lo que pase, os digo que se puede. Las personas podemos con todo. Salimos adelante.</div>
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Deseo con toda la fuerza de mi corazón que la suerte esté de vuestro lado. Deseo de todo corazón que no sufráis demasiado. Alguien me dijo una vez, antes de teneros a vosotros, que una vez un niño nace, ya le puede pasar de todo. Hay que vivir el presente y no pensar en las cosas malas que nos pueden pasar. Pero debéis saber algo muy importante: en la vida pasan cosas maravillosas. Cada dia de vuestra vida, es una oportunidad para sentir, para aprender, para reir, para sorprenderos, para disfrutar. El mundo esta lleno de personas maravillosas y extraordinarias y no tengo ninguna duda de que a lo largo de vuestros días, vais a conocer a muchas y vais a formar parte de muchas comunidades y vais a vivir miles de experiencias. Algunas increíbles y otras no tanto, pero todas ellas formaran vuestro mundo, vuestra vida.</div>
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Tengo trabajo que hacer. Sois pequeños e indefensos, y si hay algo fundamental que os debo inculcar son los valores. Quiero ayudaros a entender el bien y el mal. Enseñaros a valorar lo que tenéis. El respeto y el amor al prójimo. La disciplina en el cumplimiento de vuestros deberes y la defensa de vuestra libertad. Quiero daros lo mejor de la vida. Quiero daros diversión, despertar la pasión por aquéllo que hagáis. Quiero que la compasión anide en vuestros corazones y que la empatía os haga ser buenas y justas personas. Y sobre todas las cosas quiero que seáis felices. La felicidad no es estar contentos todos los días. La felicidad puede que sea un conjunto de actitudes y filosofias. Una forma de aceptar lo que uno es y lo que uno vive y lo que uno tiene. Estar triste unas veces y contento otras. Vivir en armonía, en paz y con ganas. </div>
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Aunque a veces no veamos una salida, con el transcurso del tiempo te das cuenta de que la vida vale la pena. La vida es lo único que tenemos y puesto que solo vamos a vivir una vez, hay que tratar de hacer las cosas lo mejor que podamos. Y ver siempre el lado bueno de las cosas.</div>
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Os he traído a un mundo lleno de colores, lleno de sabores, lleno de oportunidades y lleno de sueños. Y si alguien sueña y camina hacia adelante, esa es vuestra madre. Siempre hacia adelante. Siempre con vosotros. Y siempre con amor.</div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-48325802743998627962016-09-26T05:48:00.000-07:002016-09-26T05:48:58.784-07:00<div style="text-align: justify;">
Claire quiere volver. Ha pasado mucho tiempo, lo sabe, pero hoy, por algún designio de origen desconocido para ella, se ha despertado pensando en volver. Ya no es la misma chica normal y corriente que hace ya algunos años se embarcó en la fascinante aventura de escribir un blog. Su vida no es como ella esperaba que fuera. Los acontecimientos y las emociones en las que se ha visto inmersa han cambiado su percepción del mundo y del sentido de la vida. Ha aprendido que verdaderamente, "los caminos del señor son inescrutables". Siempre reflexiva, sabe que su mañana es una página en blanco. Nadie sabe qué pasará. No hay que tener miedo. Hay que vivir y tratar de sacar el máximo partido a nuestras circunstancias. Claire quiere volver porque necesita escribir. Necesita abrir una ventanita en su cabeza por la que expulsar de alguna manera, sus emociones, sus alegrías, sus tristezas, sus temores, sus reflexiones y su necesidad de comunicar y de compartir. </div>
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Un tanto indecisa y bastante impulsiva, ha sacado su portátil, el cuál llevaba años sin utilizar, y ha entrado en su viejo y polvoriento blog. La sensación de "hogar, dulce hogar..." se ha hecho un hueco inmediatamente en su corazón. Antaño este viejo blog, le hizo mucho bien. La ayudó. En esta ocasión, solo sabe que empieza a escribir con una mezcla de incertidumbre e ilusión. </div>
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Volver. Le gusta la palabra. Le gusta la sensación. Lo repite mentalmente para cómo para convencerse a sí misma: volver, volver, volver. Sí. La decisión está tomada. Claire vuelve a su blog. A ver qué tal le va..... ¡ Mucho ánimo y a por todas !</div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-32394443386340118532013-05-16T08:38:00.000-07:002013-05-16T08:38:00.805-07:00PERCENTIL 50<div style="text-align: justify;">
Antes de empezar a despotricar sobre el asunto que me ronda por la cabeza, voy a describirme un poco físicamente porque considero que viene a cuento sobre lo que posteriormente relataré: mujer, edad 34 años, estatura 173cm, peso 61,9kgs (con frecuencia y sin hacerme ni pizca de gracia aumento a los 62,..), cabello rubio largo (y lacio para mi pesar), piel muy clara y... pecosa.</div>
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Dada mi estatura es lo más natural del mundo que mis hijos vayan a ser altos ¿no?. De hecho ya lo son. A sus entrañables diecisiete meses puedo afirmar que son de los niños más altos del parque. ¿Y qué? os preguntaréis; pues nada. Que empiezo a estar un poco cansada de los comentarios de otras mamás y abuelas (más éstas últimas, la verdad...) acerca "lo grandes que son". De verdad, (y ahora sí, empiezo a despotricar cual madre coraje que soy, que yo como la Belén Esteban:"por mis hijos ¡ ma-to ! ¿me entiendes? ;-) ). </div>
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A ver si soy capaz de hacerme entender. No es que me moleste que me digan "ay qué grandes que están". Lo que me molesta es que determinadas personas no sólo me lo dicen cada día, si no que además que en ocasiones utilizan adjetivos que no terminan de agradarme. Enormes, grandullones... ¡Oiga no se pase! diría yo. ¡ Que el suyo es un retaco y yo no digo nada!. Quizás penséis que exagero. Que me molesto sin razón. Yo también lo pensaba, sí, hasta que en dos ocasiones, a dos de estas personas a las que he constestado que sus niñas eran más pequeñas (de tamaño) me han ¡apuntado con el dedo! y moviéndolo de un lado a otro con una sonrisa en su cara de AUTOSUFICIENCIA me han dicho "¡No, no, no! mi niña está en el percentil 50 ". Ale. Tócate la figa. Que rabia me ha dado en las dos ocasiones. Rabia causada por ese gesto triunfal en sus caras. Cómo si el hecho de que un niño cuya estatura se sitúa en el percentil 50 fuera mejor que otro cuya estatura no se encuentre en dicha ubicación. Y encima es mentira. Porque las mamás de las niñas en cuestión ya me dijeron que sus hijas estaban en el percentil más bajo... ????. Todo muy absurdo, lo sé. Me doy cuenta ahora de lo tonta que soy por irritarme. Y me doy cuenta también de lo tontas que son ellas con su actitud. Es más, y ya poniéndome yo también en plan triunfal, podría contestarles con una amplia sonrisa: ¡Ah no! mis niños están muy por encima del percentil 50. Que ellos del montón no van a ser. Ale. Cómete ésa. Pero va a ser que no. Prefiero despotricar en mi blog...<br />
No obstante, cabe añadir, que estas personas que me han causado malestar con sus comentarios son dos abuelas cuyos hijos y nueras no son precisamente ejemplares de belleza y atractivo. Más bien están bastante por debajo del percentil 50... Y no hay que olvidar nunca que la envidia es muy mala....<br />
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Las personas son altas, bajas o percentil 50, es decir como la media. <br />
Las personas son delgadas, gordas o percentil 50, es decir, como la media.<br />
Las personas son guapas, feas o percentil 50, es decir, como la media.<br />
Las personas son listas, tontas, o perCentil 50, es decir, como la media.<br />
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Yo soy alta. Tengo amigas altas, bajitas y del montón. Lo único que me fastidia de mi estatura es el hecho de que coincide al milímetro con la de mi marido, lo cual me impide ponerme tacones. No me gusta nada estar más alta que él. Me es indiferente la altura del prójimo, pero creo que nunca jamás tendría una pareja más bajita que yo. No me gusta. Aclarado este punto, me gusta ser como soy. Mis hijos son preciosos y si a alguien "le pica" que sean altos, pues que se rasque. No pretendan insinuar que ser bajito o del montón es mejor que ser alto porque no. No es así. Y si tengo que sacar las garras para proteger a mis cachorros pues las sacaré ;-) .<br />
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Los niños ven, oyen, sienten y padecen, y que los adultos señalen a niños con el dedo por tal o cuál rasgo físico les enseña a ellos a hacer lo mismo. Veo niños todos los días, y no todos son preciosos y perfectos pero no por ello le voy a decir a una madre qué gordita está tu niña, ó que feo es tu hijo ó que orejas de soplillo ha sacado el pobre. ¡Ni se me ocurriría!. Pero hay padres y abuelos que sí. Y así enseñan a sus hijos a señalar a otros, a establecer diferencias, y también a recelar.<br />
Y repito que si me siento molesta por estos comentarios es simplemente por como se crecen con lo del percentil 50. <br />
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Por otro lado, mis niños también han heredado de mí unos preciosos ojos azules (bueno, los míos son bonitos percentil 50; ellos han superado este percentil con creces jijiji). Estas personas que tantísima importancia dan a su estatura me han dicho "que ojos más bonitos tienen los dos" una sola vez. Suficiente ¿no? pues con lo otro igual. Una vez basta. Todos los días convierte el comentario o la observación en impertinencia.<br />
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Y tras escribir este post me recrimino a mí misma. ¡Si estoy orgullosísima!. ¡Si son preciosísimos! ¿que me importa a mí lo que digan? ... pues me importa porque son mis hijos. Si no los defiende su mamá ¿quién los va a defender? ... pues eso, que ¡¡ aquí estoy yo!! Preparada para enfrentarme a las superabuelas del parque .... qué cosas...Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-76849709509055121352013-05-04T14:37:00.000-07:002013-05-04T14:37:16.444-07:00LA EXPULSIÓN DE ARGI<div style="text-align: justify;">
Argi ya no está en la casa de Guadalix; el jueves por la noche fue expulsada del programa a causa de su broma acerca de ETA. Me dio mucha pena, la verdad. Nominada en numerosas ocasiones por sus compañeros y salvada por la audiencia, Argi era una de mis favoritas y lo cierto es que tenía muchas posibilidades de ganar el concurso y con ello el maletín de los trescientos mil euros. La causa de que fuera una de mis favoritas es simplemente la veía muy bonachona. Y la sigo viendo. La creo cuando la veo arrepentida y pidiendo perdón por una broma hecha a sus compañeras que a causado polémica fuera y dolor en aquéllos directamente afectados por el terrorismo. Para el que no sepa de qué va esto, pues hablo de Gran Hermano 14, y de la concursante que el otro día mientras hablaban ella y unas compañeras acerca de manifestaciones a las que habían acudido se le ocurrió decir en broma que: "yo sólo he ido a una, a la de que vuelva ETA". Acto seguido y ante el estupor de sus compañeras, se apresuró a aclarar que iba de broma y que no era cierto. Pero las palabras ya habían salido de sus labios y en este caso no se las lleva el viento. Expulsión disciplinaria ha sido la consecuencia de su imprudente broma. No me cabe duda de que la muchacha, bilbaina de veinte años, se siente avergonzada por lo sucedido. La verdad es que se debe de sentir fatal. Menudo marrón. Y encima sin ser cierto lo dicho. Boca-chancla que diría mi hermana. </div>
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Bromas de mal gusto, hablar de más sin ser consciente de lo que se está diciendo y hacer uso del humor negro es algo muy habitual, pero en según que escenarios, como que no. </div>
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Me viene a la cabeza aquélla frase que pronunció un alto cargo hace no mucho y que decía algo así como que "Las leyes son como las mujeres, están hechas para violarlas". También lo dijo en broma. Jose Manuel Castelao Bragaña, presidente del Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior; tuvo que renunciar al cargo. El precio de su imprudencia. </div>
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Expulsada de los Juegos Olímpicos de Londres el pasado año fue la atleta griega que publicó en su cuenta de twitter el siguiente comentario racista: "Con tantos africanos en Grecia los mosquitos del Nilo al menos tendrán comida casera!!!" se refería a un virus proveniente del Nilo que en Grecia había causado un muerto y varios infectados. Ésta última a mí pena no me dio ninguna pena porque al parecer no lo escribió lo que se dice en broma, si no que la chica es racista sin más. </div>
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¿Medidas excesivas por comentarios fuera de lugar? puede. ¿Trivializar mediante bromas sobre asuntos de suma gravedad? quién más, quién menos lo ha hecho alguna vez. Pero obviamente no es lo mismo decir algo en tu casa con tu gente que en un medio de comunicación. </div>
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Y ahora que finalizo me viene a la cabeza una película que siempre arrasa en las taquillas españolas: TORRENTE. No recuerdo ahora si es en la dos ó en la tres, donde determinadas escenas bien podían herir la sensibilidad de la audiencia. En una si no recuerdo mal, Torrente abusa (o viola) a una yonqui que está inconsciente. En otra escena se parodia el ataque terrorista a las torres gemelas. La sala entera (o casi) estalló en carcajadas. Sé que no es lo mismo una película de risa que el tema en cuestión pero algo en común si que tienen y es que en ambos casos se trivializa sobre temas graves. </div>
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Es fácil meter la pata hablando más de lo debido y bromeando sobre lo que no se debe. Las imprudencias se pagan y aunque en este caso Argi me parece una chica estupenda, puedo entender que haya sido expulsada. Para aprender, perder. </div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-61612123086658824452013-04-30T08:32:00.000-07:002013-04-30T08:32:45.183-07:00DE HOMBRES Y MUJERES...<div style="text-align: justify;">
No sé si soy machista, romántica, pudorosa ó antigua. Antigua... jajaja. De ser antigua me acusó recientemente una buena amiga mía cuando tras contarme que su hermano lo había dejado con la novia y que lo llevaba bastante bien porque al final de la relación estaba muy agobiado, exclamé un jovial "pues si él está bien eso es lo que importa; que disfrute de la vida; además él es un hombre..." Buenooo.... a mi amiga le cambió la cara y protestó frunciendo el ceño: ¿Y qué que sea un hombre? ¿que si fuera una mujer no podría disfrutar?. Yo me reí y contesté algo así como que no es lo mismo. Que si en vez de su hermano fuera su hermana la que se quedara sin pareja sería más triste. "¡Mira que eres antigua!" exclamó con el ceño aún más fruncido. Y yo entonces reí a carcajadas. </div>
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Otra anécdota de la misma índole tuvo lugar hace poco en una trivial conversación con mi pareja. Le pregunté por una compañera suya de trabajo que se divorció hace un par de años. La chica lo pasó mal en su momento pero ahora ya lo tiene superado. Bueno, el caso es que la respuesta a mi pregunta fue que ella ahora está bien; que sale mucho de fiesta y que le gusta ligar. Yo solté un compasivo "pobrecilla" y mi pareja me miró y me espetó con perplejidad: "¿cómo que pobrecilla? .... pero si ella está bien; está disfrutando ahora que puede". Pues vale. Pero yo seguí sintiendo una singular lástima hacia ella. Lástima aparentemente injustificada; O no.</div>
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Soltería, ligoteo, la vida de la noche.... no sé, no sé. ¿Es machismo pensar que un hombre puede vivir la sotería felizmente conociendo a distintas mujeres y disfrutando de su sexualidad de una manera liberal pero que si eso mismo lo hace una mujer lo que inspira es lástima? ¿Puede una mujer gozar del sexo sin amor con diferentes hombres y no sentirse sucia ó sola? A lo mejor sí soy antigua por pensar que una mujer necesita a un hombre a su lado. Estabilidad. O quizás lo que soy es feminista y por eso atribuyo a la mujer más profundidad y más sentimiento que al hombre. Desde luego lo que sí tengo muy claro es que hombres y mujeres no somos iguales. No sentimos igual ni vivimos la vida igual. No. Y en este tema en concreto, el de la soltería, las diferencias a la hora de vivirla estoy segura de que son abismales - bueno,habrán excepciones ;-) -. </div>
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Pienso en mi, en mis hermanas, en mis amigas, en mis conocidas y en mujeres en general que están felizmente emparejadas, y pienso que si se vieran solas de nuevo, quizá por sus circunstancias pudieran sentirse aliviadas al principio - en los casos en los que son ellas las que están cansadas de sus parejeas- pero a la larga - y no muy a largo plazo- la soltería acabaría siendo la búsqueda del amor. La búsqueda de una pareja estable. Y el disfrutar de la sexualidad no tardaría en dejar lágrimas en la almohada por esos amantes que no son el amor buscado. Creo que las mujeres somos así. En cambio los hombres no creo que sean así. Pero si la mayoría de las veces son ellos los que "luego no llaman"... Ellos seguro que sí que disfrutan. Sin ataduras, sin remordimientos, sin lágrimas. Pues eso, lo que le dije a mi amiga. ¿Que está de nuevo soltero?, pues que disfrute, que a fin de cuentas, él es un hombre. Seré machista ó antigua, pero es muy posible que lleve razón... ¿ó no?</div>
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P.D.: El día que dejemos de creer que necesitamos a un hombre a nuestro lado serán ellos los que derramen lágrimas. Jajajaja....</div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-14581761387719080752013-04-05T10:59:00.000-07:002013-04-05T10:59:48.607-07:00DOS FINALES PARA ASTRID<div style="text-align: justify;">
FINAL Nº1</div>
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Cuando Astrid se dejó arrastrar por la <a href="http://elespaciodeclaire.blogspot.com.es/2013/02/la-fuerza-de-la-pasion.html">fuerza de la pasión</a> creyó perder el control de su vida. De su persona. Su vida tal y como la conocía dejó de existir porque lo que empezó siendo una fuerte atracción se acabó convirtiendo en un intenso amor. Un amor puro sobre el que su vida giraba pero que muy a su pesar estaba tristemente condenado a su fin. Astrid tuvo que elegir entre su felicidad y la de su familia y eligió la de ésta última. Eligió no hacer daño a su familia. Eligió que su hijo se criara dentro del seno de una familia estable y feliz y por eso se alejó de él. A él lo olvidaría. El tiempo todo lo cura y con el paso del mismo todo volvería a ser como antes. Esos pensamientos esperanzadores la empujaron a tomar su decisión.</div>
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Ya han transcurrido dos años desde aquel desliz y ahora Astrid es una mujer tranquila y feliz. Su familia está bien; a salvo. Aunque disfruta de una agradable calma interior, no todo es exactamente como antes. Ahora quiere a su marido de una manera diferente. El amor que siente hacia él es más fraternal que romántico. No obstante, sabe que es su compañero en la vida, el que ella ha elegido y le da todo cuánto él necesita. Es lo que ha elegido y no se arrepiente. Se siente satisfecha. </div>
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Pero en secreto, cuando se mete en la cama por las noches y apaga la luz, sus pensamientos evocan sentimientos de aquel amor que no pudo ser. El encanta mimar esos sentimientos.... y con ellos se queda dormida: sonriendo a los sueños secretos que yacen en su corazón.</div>
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FINAL Nº2</div>
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Dejar a su marido ha sido la decisión más difícil que ha tomado Astrid en su vida pero la realidad es que no le quedaba otra opción. Locamente enamorada, ha actuado de la única manera que sabe hacer: dejándose llevar por dónde su corazón la guíe. Al principio intentó con todas sus fuerzas alejarse de él y permanecer junto a su marido, pero vivir así era un tormento. El amor que sentía era muy fuerte y necesitaba estar a su lado. Le dolía en el alma el dolor que íba a causar, tanto a su marido como a su querido hijito, pero tenía que hacerlo. Así lo sentía en lo más profundo de su ser. Pensar en la cantidad de hijos de padres divorciados que habían salido adelante la alentaba. Ella ayudaría a su hijito. Con todo el amor del mundo su niño lo superaría y llevaría una vida normal. Y su pobre marido más tarde ó más pronto reharía su vida. De eso estaba segura. Todos lo hacían. Y así, con la esperanza de que todo se arreglaría, Astrid tomó su decisión y aunque fue muy duro, dio el gran paso.</div>
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La vida no es un cuento de hadas, y como me dijo mi querida amiga <a href="http://midiariouma.blogspot.com.es/">Uma</a> en un comentario, "el libro de la vida no se escribe hasta la muerte". Una gran verdad. No podemos dar nada por sentado. Nunca.</div>
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Astrid lo tenía todo. Su vida soñada. Y de repente un día todo cambió. Astrid estaba destinada a que un amor repudiara a otro amor, porque cuando de sentimientos se trata la razón se nubla y es el corazón el que manda. Aunque no es menos cierto también, que muchas otras veces otros sentimientos como la culpabilidad, la responsabilidad, el miedo y una gran fuerza de voluntad oponen férrea resistencia al corazón y logran esconder ese amor en lo más profundo del alma, donde permanece guardado, intacto, vivo y secreto.</div>
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Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-60590388584450392292013-03-26T09:31:00.000-07:002013-03-28T09:48:17.125-07:00MIS MELLIZOS, MI VIDA<div style="text-align: justify;">
Nunca he tenido miedo a morir; respeto sí, pero miedo no. Al pensar en la posibilidad de que a mí me llegara la hora sentía mucha tristeza por mis seres queridos; por la pena que mi adiós les causaría. Por mí no sentía tristeza. Más bien sentía que dejar este mundo sería algo natural, y que si tenía que hacerlo antes de lo normalmente esperado, pues que así fuera. Mientras la vida dura, vivir está muy bien y ganas de que termine no tenía, pero miedo al final tampoco. Esa era mi filosofía respecto a mi condición de mortal. Era. Ahora ya no lo es. Mis mellizos han llenado de tal modo mi vida, que experimento por primera vez temor a la muerte. Quiero vivir. Con todas mis fuerzas. Quiero criar a mis niños y disfrutar con ellos de esta vida que a veces es maravillosa y otras veces es todo lo contrario, pero que con ellos ya no es lo que era.<br />
Desde siempre he sentido deseos de ser madre, y hasta ver cumplido mi sueño, lo he tenido que desear mucho, mucho, mucho. Tal vez por eso no me daba miedo irme de aquí. Porque estaba incompleta ; me faltaban ellos. Ahora que los tengo, más que nunca quiero estar aquí. Con ellos. Por ellos y para ellos. Mis hijos. Hijos, hijos, hijos... aún hay momentos en que me digo a mí misma "Que sí, que son míos. Mis chiquitines.". Es una sensación increíble. Gracias, gracias, gracias. Me siento inmensamente agradecida y a la vez temerosa. Prudente. Por eso cuando algún paisano me dice por la calle eso de "que Dios te de salud para poder criarlos" me aferro al pensamiento de "Sí por favor". Y es al escuchar esas palabras, y al desear estar con mis niños, cuando soy consciente tanto de lo viva que estoy como de lo mortal que soy. Y entonces, repentinamente siento un temor y un respeto hacia la muerte que me hace comprender las ganas que tengo de vivir. Digo yo que serán beneficios de la maternidad.<br />
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¿Y las ganas de hacer cosas qué?. Nunca antes había tenido tantas ganas de llevar a cabo proyectos como ahora. Siento un montón de curiosidades y cada dos por tres me inunda el entusiasmo hacia alguna idea que se me pasa por la cabeza... ¡ pero si no tengo tiempo! exclamo ... y entonces me cabreo. Eso de querer y no poder lo llevo muy mal. El otro día se lo comentaba a mi hermana. No entendía porque es ahora que no puedo cuando me surgen inquietudes creativas y no antes, cuando tenía todo el tiempo del mundo. "Porque ahora eres feliz y tienes ganas de vivir y de hacerlo todo.". Tiene razón. Necesitaba ser madre y ahora que lo soy, puedo ser por fin yo misma. Se dice que "parir embellece y criar envejece", y será verdad, pero también lo es que a mí mis niños me han llenado de energía. Han despertado intereses por largo tiempo adormecidos y cada día me siento mejor, con más fuerza espiritual y más segura de mi misma de lo que nunca me he sentido. Eso serán también beneficios maternidad. <br />
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Hace unos años, en una conversación entre amigas, siendo éstas, una madre de un hijo adolescente y dos mujeres caminando hacia la maternidad, decían con total convicción, que las mujeres que no querían tener hijos eran unas egoístas porque solo pensaban en ellas mismas. En su opinión, una madre se sacrifica por sus hijos, lo da todo por ellos y tiene que renunciar a muchas cosas por ellos. La mujer que no quiere tener hijos es porque solo piensa en sí misma. En su propio placer. Personalmente, ni aquél día en el que yo soñaba con ser mamá, ni hoy, que ya lo soy de unos preciosos mellizos que no paran ni un segundo, estoy de acuerdo con ellas. Yo pienso que cada mujer ha de perseguir sus sueños. ¿Por qué es egoísta la que tiene sueños que no son ser madre? porque bien mirado, una desea ser madre pensando en sí misma; en su propio placer y en la felicidad que ese hijo le va a ocasionar. Osea que si hablamos de pensar en una misma, con o sin hijos somos todas egoistas, que a fin de cuentas una no tiene hijos pensando en poblar el planeta; una tiene hijos para una misma; para ser feliz. El sacrificio y la falta de tiempo son inherentes a la maternidad porque una vez eres madre pasas a un segundo lugar ya que tu pequeño es lo más importante, lo que más quieres y lo que da sentido a la vida que tú querías. Es tu sueño hecho realidad. Y es y será siempre él antes que tú porque para eso es tu hijo.<br />
A veces no comprendo que se presuma de la maternidad como si las madres fuéramos mártires sacrificadas en la entrega a nuestros hijos. ... ¿cómo no nos vamos a entregar a ellos si son trocitos de nosotras mismas? es lo más natural del mundo. Ellos, los chiquitines e indefensos niños no han pedido nacer, así que solo falta que les culpemos del tiempo que nos ocupa atender a sus necesidades o que nos sintamos sacrificadas cuando ellos son nuestro mayor regalo en esta vida. Que no somos heroínas; somos madres. Agradecimiento; agradecimiento siempre. En mi camino hacia la maternidad, aprendí que no íba a sacrificar placeres por ser mamá, si no que los habría si no tenía hijos. No pretendo ser crítica con aquéllas que abanderan su maternidad, solo defiendo el hecho de que ser madre no es ser sacrificada, sino más bien todo lo contrario. Y defiendo también, que no querer ser madre es tan lícito como el querer serlo, y el adjetivo egoísta es perfectamente apto para ambos casos, o igual no lo en en ninguno de los dos.<br />
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La maternidad no es cómo la había imaginado... bueno, puntualizo: la maternidad es más ó menos cómo la había imaginado. Un inmenso amor a los hijos que cada día aumenta y aumenta y solo deseas que ellos estén bien. La crianza es lo que no se asemeja a cómo yo la había imaginado. Es agotador y estresante. En mi defensa diré que yo no había cuidado en toda mi vida a un niño... y claro, me llegaron dos a la vez y fue y es desbordante a la vez que maravilloso. Son mi vida. No cambiaría nada de lo vivido. Es más, ha pasado el tiempo tan rápido que muchas veces me siento nostálgica y tengo ese recurrente pensamiento que seguro a toda mamá se le aparece de vez en cuanto y que es el de "volvería a vivirlo todo otra vez". Es así. <br />
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Concluyendo que es gerundio: cada cual sabe lo que necesita para vivir en paz y ser feliz y a cubrir esas necesidades es hacia dónde cada cual debe encaminar sus pasos. A eso se le llama vivir.</div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-43104341905247138652013-03-20T11:37:00.001-07:002013-03-20T11:37:49.537-07:00MUJER, BELLEZA... PORQUE YO LO VALGO.<div style="text-align: justify;">
Esta mañana, después de recoger la ropa que había tendida, la he plegado y la he guardado en sus respectivos cajones del armario. Al abrir el cajón de la ropa de trabajo de mi marido. la visión de un amasijo de pantalones y sweaters me ha hecho torcer el gesto. "Qué desastre", he pensado al tiempo que lo he sacado todo para doblarlo y colocarlo correctamente. "Esto es otra cosa", me he dicho al contemplar satisfecha la ropa ordenada debidamente. Unos minutos más tarde, se ha repetido la misma secuencia, pero con el tendedero de las toallas. Para no perder la costumbre, la toalla de ducha de mi marido, colgaba de cualquier manera dándole un aspecto desastrado que de manera automática me he ocupado de modificar. "Ya está", me he dicho aliviada. La pulcritud y el orden son cualidades indispensables para la armonía en una casa. Impepinable. Aún resuenan en mi cabeza las sabias palabras que me dijo una buena amiga cuando me vine a vivir aquí: "tú siempre tienes que tener la cama hecha y la cocina recogida; hecho eso, ya puedes tener visitas; la casa está presentable". Cuánta razón tiene. En la casa es más importante el orden que la limpieza en sí misma. Lo mismo ocurre con nuestra propia imagen. Me resulta escandalosa la dejadez de muchas mujeres en cuánto a su aspecto físico. Está claro que no podemos pretender ser perfectas físicamente como las divinas "Mujeres Desesperadas". Cada una es como es, pero el aseo, el dedicarse un mínimo de atención es absolutamente necesario para mantener nuestra armonía personal. Y la realidad es que hay por ahí algunas especímenes que a mí por lo menos, me asustan. Y no exagero que fue ayer mismo, cuando estaba en la cola del supermercado y una mujer me dio un susto de muerte cuando se dirigió a mí de sopetón, con un espeluznante mostacho que acaparó totalmente mi atención. Puaj!! Un poco de amor propio, por favor. </div>
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Ó si no aquélla compañera de trabajo que cuando me echaba yo crema en las manos, me la pidió porque decía que las suyas estaban muy resecas... "uy, pero si esta la venden en el Mercadona" exclamó la susodicha al coger el tubo; "mira cómo las tengo..."...Increíble. Creo que cuando le ví las manos solté un grito de horror. Qué manos mas secas. Qué grima. Según ella es que se le olvidaba siempre. Ups. Si le debían de escocer, de tan cortadas que las tenía. Tan joven y tan dejada. Jamás he tenido yo las manos tan descuidadas y mira que a veces llevo las uñas fatal, pero muchacha... si la propia piel pide ser hidratada.</div>
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Tengo una amiga a la que le ocurre algo parecido. Como nunca se pone body-milk, en verano cuando lleva las piernas al aire, tiene la piel tan seca que cada vez que se rasca se le queda toda la pierna con los "rallajos" blancos. Precioso. Cuando le pregunté que por qué no se ponía crema después de ducharse me contestó que porque le daba pereza, pero que sí, que se tenía que poner. Que esa noche se empezaba a poner. Pobrecilla. A lo mejor mis ojos desorbitados ante los "rallajos" en sus piernas la avergonzaron... ¡mejor! jajaja. Así que se ponga las pilas. </div>
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Y yo misma, que muchas veces salgo de casa escopeteada y ni me arreglo el pelo (¡ni el flequillo!) ni me pinto los labios (algo sagrado para mí), y cuando accidentalmente en algún comercio me encuentro con mi imagen reflejada en algún espejo me aparto espantada. Arrrrggg!!! que me pondrían en la"Cuore". Qué careto . Sólo con que me hubiera planchado el flequillo y dado un toque de color a los labios habrían sido suficientes para no espantarme. Para estar presentable. Y en tiempo hablo de dos minutos. Dejadez. No hay otra excusa. Una no se descuida y abandona por falta de tiempo; lo hace por dejadez. Por falta de voluntad. Y digo yo que a mí ¿qué me importa si la una se deja el mostacho, o la piel escamada o se engorda y engorda y engorda? ellas mismas ¿no?. Pues nada; no me importa y no es asunto mío, pero al igual que hay unas reglas para mantener el orden en el hogar, hay un mínimo de cuidado que toda mujer se debe aplicar. Mujer y belleza casan desde tiempos inmemoriales. Es de ser mujer el defender la femineidad y es propio de mujeres el embellecerse, el acicalarse y el mirarse en los espejos para cerciorarse de que todo está dónde tiene que estar. Una mujer no debe ir por la vida echa un adefesio por voluntad propia y la verdad es que me sorprende por ejemplo la mujer del mostacho; me sorprende que no se horrorice al verse en el espejo, porque yo no tardaría ni un minuto en quitármelo. En fin. Que es lo que siempre se ha dicho. "Fulanita se casó, tuvo hijos y se dejó, con lo que empezó a engordar, no se arreglaba, y la pobre con treinta años y aparentaba cincuenta; ay, con lo mona que era antes...". Pues bueno. Yo abogo por lo contrario. Cuidarme, tener siempre la mejor apariencia e ir cumpliendo años con dignidad, orgullosa de ser mujer y disfrutando de mi feminidad. Ser mujer y dejarse deteriorar no es de ser mujer. Y en el fondo, la mujer que se descuida ni está contenta ni lo está el que con ella tiene que estar. Pero, una misma... </div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-59690596572476667252013-03-13T01:14:00.000-07:002013-03-13T01:14:35.311-07:00LA BUENA NUEVA - PARTE II <div style="text-align: justify;">
Necesito desahogarme. A veces vivo situaciones en las que estallaría y plantaría cara a personas que sin comerlo ni beberlo, dejan caer sobre mi cabeza un jarro de agua fría, con sus desplantes o con su mala leche. Me da mucha rabia que esta gente de la que hablo consiga hacerme sentir mal. Rabia más contra mí misma que contra ellos. Ojalá tuviera un escudo de frialdad y que no me importaran nada. Lo que me ha pasado hoy y que me lleva a escribir estas líneas de desahogo es que cuando he ido a comer a casa de un familiar y me he sentado junto a una allegada en el sofá con los niños, ésta ni se ha dignado a mirarlos. Joder. Me he quedado estupefacta. Nunca ha sido demasiado cariñosa con ellos, pero es que hoy se ha llevado la palma de la indiferencia. Que no nos vemos mucho, pero hasta que me quedé embarazada siempre nos que nos veíamos congeniábamos bastante bien y nos teníamos cariño... Me siento mal. Sólo tengo ganas de llorar.<br />
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AL DÍA SIGUIENTE</div>
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Vuelvo de nuevo a escribir, ahora ya mucho más tranquila. En caliente, se magnifican las situaciones, ó no. O igual en caliente las cosas se sienten como como son, y con el paso de las horas y los días, va menguando nuestro malestar y les vamos quitando importancia. Verdaderamente, puede que me moleste más mi propia reacción, que el desprecio que hizo la susodicha. Me molesta mi reacción porque lo cierto es que no debería de afectarme tanto. Soy ese tipo de personas a las que la opinión y comentarios de los demás afecta considerablemente. Demasiado, para ser exactos, que me llega a quitar el sueño. Y eso es una gran debilidad. Pero bueno, lucho contra ello, lo que viene a ser un constante combate entre los agobios que me entran a causa de mi impotencia frente a estas situaciones y mis pensamientos positivos, que se ocupan poco a poco de ir aplacando mi cólera. </div>
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Hace poco escribí un post titulado "La Buena Nueva", que trataba de las reacciones de distintos familiares ante la noticia de un embarazo. Contaba, que la noticia que era "a todas luces positiva" no a todos alegraba y sin darme cuenta empleé un tono crítico hacia las que no lo celebraban. El comentario de mi querido amigo X, autor del fantástico blog "<a href="http://atlantis2050.blogspot.com/">atlantis2050.blogspot.com</a>" diciéndome que la noticia sólo era "positiva a todas luces" para la madre y que los demás podían o no alegrarse ó no, según sus circunstancias personales, me caló hondo. La verdad es que pasé varios días dándole vueltas al tema. Me dí cuenta de que por algún motivo, en muchos momentos de mi vida, mi moral se siente obligada a alegrarse por los demás cuando en lo que a mí persona se refiere, no me causa ninguna alegría. A veces ha sido al contrario. Buenas nuevas ajenas me han hecho sentirme desgraciada. Por eso el tono del relato podía resultar crítico; Porque, cuando yo no me he alegrado de buenas nuevas ajenas a causa de mi situación personal, me he sentido mal conmigo misma. He intentado obligarme a alegrarme y al resultarme imposible he seguido incómoda. Culpable. Qué tonta. X tiene toda la razón. Las cosas buenas alegran la vida a quien le suceden; Los demás no tenemos por qué experimentar alegría. Eso no quita poner buena cara ante quien nos está contando algo bueno que en su vida ha acontecido. No se trata de ser falsa, si no de ser cortés. Una cosa no quita la otra. Relaciono todo esto con lo sucedido ayer. Como conté al principio, me llevaba bien con ella pero noté cambios al quedarme embarazada. Cuando la telefoneé para darle la noticia no demostró alegría. Más bien un débil "Ahh.. enhorabuena..." y al añadir contrariada que llevaba dos, ella se limitó a soltar otro apagado "Ahhh...". En fin. Me molestó. Ella ya era madre y aunque llevaba tiempo buscando el segundo, yo llevaba mucho más y ella sabía lo mal que lo había pasado. Pero bueno; me voy a aplicar la lección aprendida, y recordando las palabras de X, la noticia era positiva para mi. Era mi vida la que iba a cambiar, no la suya. Ella no se alegró y no se esforzó en mostrar algo que no sentía. Duele, pero no se puede hacer nada al respecto. Pero lo de ayer con los niños es diferente; Cierto que nos vemos poco, pero yo siempre he tenido cariño y sonrisas para su hija. Y de corazón, que la niña es un amor. De hecho, prueba de ello es que cada vez que me ve, viene corriendo a darme un abrazo. Digo yo que será porque se siente querida ¿no?. Pues bien, mis hijos también son dos amores; para mí lo más grande y maravilloso de esta vida, y si ella muestra indiferencia hacia ellos hasta el punto de ignorarlos me duele. Me enfurece. Y qué queréis que os diga... que mis niños tienen quince meses... que para mí no hay excusa. Que debería darle vergüenza. Sinceramente, cuando estaba allí, sentada a su lado en el sofá con mi niña sentada entre las dos y mi niño de pie apoyándose en la mesa centro y la tía ésta los ignoraba hablando con el resto y sin siguiera mirarlos un momento, lo único que pensaba yo es "mira que eres gilipollas... desgraciada diles algo...". Siento insultar pero esto es lo que hay. Sea cuál sea su situación, para mí, no existe excusa que justifique el desprecio que les hizo. Mis preciosos niños. Anda y que le den. No la necesitamos para nada.</div>
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En fin; que voy a ir terminando. Aunque "la allegada" no se alegrara de mi embarazo, hay ocasiones en la vida en las que hay que echar mano de la hipocresía y fingir un poco. Eso es ser políticamente correcto. No cuesta mucho y así la otra persona se siente querida y en armonía. Todos lo hacemos. Forma parte de nuestra civilización. Igualmente, si estás frente a alguien que sufre por cualquier desventura no es necesario que te extiendas demasiado al contarle tu buena suerte. Simplemente por respeto. Y sobre el asunto de mis niños... pues si los ignoró a propósito es una gilipollas. Y si fue inconscientemente.. con el tiempo se verá... </div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-26443808405178087032013-03-11T11:20:00.003-07:002013-03-11T11:20:39.016-07:00UNA MADRE SIN TIEMPO <div style="text-align: justify;">
Hace tiempo leí no sé dónde, una entrevista que le hicieron a una mujer que tenía un montón de hijos. Doce o trece, creo recordar. Casi tenía un hijo de cada edad. La mayor tendría unos veinte años, y el pequeño dos ó tres. Pero que eran mogollón. Una barbaridad. Ahora recuerdo (caprichosa memoria ésta)que lo leí cuando los míos apenas tenían unos meses de vida, y yo andaba LOCA perdida entre biberones, llantos y extractores de leche. A la madre, una gran madre, le preguntaban algo así cómo que cómo sacaba tiempo para sí misma con tanto hijo que criar, y ella respondió algo parecido a que resultaba egoísta preocuparse de buscar ese tiempo para sí misma cuando podía entregárselo a sus hijos. Aplaudí mentalmente y con entusiasmo sus palabras. Me encantó su respuesta. Eso es ser una auténtica madre abnegada, pensé entonces y pienso ahora. Yo también quiero ser así, me dije al notar un pinchazo de culpabilidad causado por el estrés y el caos que reinaba en mi hogar. Pero yo no soy así. Amo a mis hijos por encima de todo, y lo son todo para mí. Ser madre y ama de casa me gusta (bueno, la verdad es que la casa es un verdadero plomazo, por no decir otra palabra...), pero yo, a diferencia de aquélla MADRE en mayúsculas, sí soy egoísta y si necesito tiempo para mí misma. Necesito leer un rato por las noches, necesito un ratito para ponerme al día con los blogs, necesito despejar mi mente y concentrarme en sobre qué quiero escribir en este blog, necesito estar aunque sea un poco al día en lo que ocurre fuera de mi mundo particular, y quiero que no necesito, poner al día las fotos, coger a los niños montar un tingladillo para fotografiarlos "a lo profesional"... tiempo, tiempo, tiempo... Lo que me falta es tiempo. Divagando un poco, me pregunto si la MADRE en cuestión es tal cómo se mostraba en la entrevista. Lo digo porque no creo que yo sea tan rara por no ser tan abnegada, si no más bien al contrario. Me resulta un poco raro o sospechoso, no tener hobbys aparte de estar, criar y educar a los niños.... aunque bueno, supongo que doce o trece hijos es otro cantar, por más que los mayores te puedan ayudar. Mi madre siempre me dice que lo que me pasa es normal. Ella dice que los hijos son lo mejor de la vida, pero que la realidad es que agotan. El otro día me contaba que cuando éramos pequeñas, ella se levantaba a las ocho menos cuarto de la mañana, se tomaba su café con leche, se fumaba un cigarro, y a las ocho en punto nos despertaba y "empezaba la guerra" jajaja... Lavar caras y culos, vestirnos, darnos el desayuno, llevarnos al cole, volver a casa, hacer la compra, preparar la comida, limpiar la casa, volver al cole a recogernos, llevarnos a casa, darnos la comida, comer ella con mi padre, recoger todo, llevarnos otra vez al cole, volver a casa, volver al cole....uffffff... pues eso.... ¡¡¡la guerra!!! jajaja... dice que a las ocho y media nos acostaba, y entonces ella decansaba un rato... pobreta. Y nosotras felices y sin enterarnos de lo cansada que acababa mamá los días... jijiji... A lo mejor es por eso que a mi el cansancio me ha pillado por sorpresa. Porque nunca fuí consciente de cuánto trabajaba mi madre. Y ella también tenía sus intereses personales, que recuerdo yo cómo le gustaban las series de televisión cómo Falcon Crest ó Dinastía. Y recuerdo aquéllas novelitas de terror que cambiaba en el rastro y que se las leía por las noches, cuando "la guerra" paraba para dormir... Y al día siguiente, vuelta a empezar. ¿Feliz? por supuesto. ¿Cansada? por supuesto también.</div>
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Casualmente, esta mañana he estado hablando con una vecina que tiene una niña de cuatro años y un nene de quince meses, y me contaba que se ha apuntado a Pilates con su hermana porque "necesita" desconectar aunque sea un rato de los niños y del trabajo... jum... tampoco es está una madre 100% abnegada; yo diría que es una madre normal y corriente. Digo yo que aparte de ser madres, que es una tarea que por naturaleza ocupa casi todo el tiempo, en nuestro interior seguimos siendo algo más y por ello tenemos más inquietudes además de los hijos... Pero aunque les pasa a casi todas, y entiendo lo que me ocurre, a veces me siento egoísta y culpable por dicho egoísmo. Tiene guasa, no tengo tiempo de ná, y sin embargo me paso el tiempo dándole vueltas al coco... Ups... oigo ruido de llaves en la puerta... ya está aquí mi madre con los peques... ¡vuelvo a la guerra jajaja!</div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-81845393499829595422013-03-02T08:51:00.000-08:002013-03-02T08:51:01.181-08:00NELLY LA BORDE<div style="text-align: justify;">
Me cuesta mucho ponerme en la piel de Nelly. No acabo de "pillarla". Concederle el beneficio de la duda, sería considerarla ignorante ó inocente en exceso, o como suele decirse de aquéllos que no se enteran, sería afirmar que "le falta un verano". Considerar el aceptar que habla sin pensar y sin darse cuenta de cuánto daño pueden causar sus palabras sería igualmente concederle el beneficio de la duda. Pero creo que yo no soy tan benevolente. Me cuesta no desconfiar . Me cuesta no creer que lo hace a propósito. Con intención. A sabiendas de que lo que dice, va a doler, a molestar y a irritar a su interlocutor. Creo que Nelly es una persona que se crece con las desgracias ajenas. Con sus comentarios contribuye a que el pesar de los demás aumente. Este hecho no deja de sorprenderme, pues hablo de una chica joven, que vive desde hace algunos años en pareja, simpática, guapa... vamos, lo que viene a ser una chica normal y corriente. Pero borde. Sí; quizá es este el adjetivo que mejor describe ese rasgo turbio de su personalidad. </div>
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El otro día me la encontré por la calle e íba ella acompañada de su prima, la recién separada. La pobre, al parecer lo está pasando mal porque ha sido él el que la ha dejado y ella todavía se aferra a la esperanza de que vuelva. Bueno, pues como decía, me las encontré por la calle, y tras saludarnos, Nelly se puso a contarnos la sorpresa que le había dado su chico por San Valentín enviándole al trabajo un enorme ramo de rosas rojas. Qué romántico, sí. Yo, ojo avizor, no tardé en darme cuenta de que la prima se encogía por dentro, y de que Nelly se hinchaba regocijándose en los detalles de la anécdota. Con sutileza cambié de tema. No sé. A lo mejor soy yo, que tengo demasiada empatía y no puedo hablar de ciertos asuntos si hay alguien delante a quien pueda lastimar, pero hacer alarde de tu suerte en el amor, cuando tu prima llora precisamente su mala suerte en el mismo, pues no es lo más apropiado. </div>
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Lo mismo ocurre con su cuñada. Se lleva bastante bien con ella y a menudo se las ve juntas. Pues bueno, la cosa es que la cuñada con la suegra se lleva fatal, y en cambio ella se lleva a las mil maravillas, porque se ve que le ha caído en gracia a la buena mujer... pues nada, que sabiendo como sabe perfectamente que para su cuñada el estar en casa de la suegra es un tanto incómodo porque no es bien recibida, cada vez que tiene ocasión saca a relucir la buena relación que ella sí mantiene, y lo bien acogida e integrada en la familia que ella sí está. Creo que cuando Nelly presume de suegra, la cuñada se muerde la lengua. </div>
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Y si no lo que me decía a mí. Que yo también fui diana de sus dardos envenenados. Hace unos años, cuando me encontraba anímica y espiritualmente fatal porque no podía quedarme embarazada, cada vez que la veía, no sé cómo ni por qué lo hacía, pero sabiendo cómo estaba yo, siempre se las ingeniaba para decirme que ella no tardaría en tener hijos y que además -añadía para más inri-, aunque ella no estaba "buscando", se podía quedar en cualquier momento porque los accidentes ocurren y esas cosas pasan "¿si ó no, Claire?" recuerdo que me preguntaba. Yo, que con ella de mis problemas nunca hablé, sé que sabía lo mío, porque forma parte de un entorno en el que todos lo sabían así que estoy segura de que ella también. Pero nada. A ella "plin". Soltaba sus perlas y se quedaba tan ancha. Y yo.... jodida. </div>
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Pero bueno, rencor no le guardo, porque verdaderamente me llevo bien con ella, y no es mala persona, pero es ese punto malicioso lo que siempre me descoloca. Es como si dónde ve una llaga, ella pone el dedo. Sí. Por eso decía al principio que creo que ella se crece con las desgracias ajenas. Cuando en ocasiones la veo "lanzar sus pullas" con toda naturalidad me entran ganas de echarme a reír y de preguntarle " pero vamos a ver... ¿como puedes ser tan borde?". En serio, que siento curiosidad. Porque le admiro el que sea una persona fuerte; de esas que no se dejan avasallar por nada ni por nadie; no le afectan las opiniones sobre ella, y ni siquiera le interesan. Ella va a la suya y punto. Eso me gusta. Que no se aflija por nimiedades ni le de importancia a lo que no la tiene, me encanta. Pero es una borde. Noto que le gusta tocar el punto débil de las personas que la rodean, y eso ni me gusta ni lo entiendo. Por eso no me puedo poner en su piel ni saber lo que siente cuando hace eso. Porque sus intenciones no son transparentes. Porque seguramente, no es trigo limpio (como dice mi madre y todas las madres). De todos modos, adrede ó no, no está bien, y creo que en esta vida hay que tener un mínimo de empatía y no decir a los demás lo que no nos gustaría que nos dijeran a nosotros. Tamaña falta de tacto es un gran defecto. A mí por lo menos, no me gustaría que tras tener un encuentro casual ó no con alguien, mis palabras exaltaran sus miserias . Borde desde luego no soy, y Nelly para su suerte o su desgracia sí lo es.</div>
Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-49044496576871805332013-02-08T07:48:00.000-08:002013-02-08T07:48:01.452-08:00LA FUERZA DE LA PASIÓN<div style="text-align: justify;">
Se suele decir que la vida es como un libro cuyas paginas en blanco vamos escribiendo conforme nuestras vivencias van aconteciendo . Llega un punto en el que la historia de nuestra vida puede darse por escrita. Cuando ya hemos construido el hogar deseado culminando así el objetivo vital de nuestra existencia, sentimos que ya tenemos "la vida hecha" y ya solo esperamos vivir lo mejor que podamos en nuestro pequeño universo particular. Una vida sencilla, con marido, hijos y una casa bonita es a lo que aspiraba Astrid. Ella solo quería ser feliz y formar una familia. Y lo consiguió. Se enamoró, se casó y tuvo un precioso niño. Su trabajo le gustaba y aportaba un dinerillo a casa. Su marido era un hombre bueno. La quería y la cuidaba. Ocupaba un buen puesto en una empresa de telefonía, y aunque estaba contento con el hecho de que Astrid tuviera un trabajo, no le habría importado que se hubiera quedado en casa si así ella hubiera querido. Eran felices. Llevaban juntos casi una década y se compenetraban muy bien. Las discusiones que se daban entre ellos estaban dentro de la normalidad de cualquier pareja estable. Y si bien su vida transcurría en una apacible rutina, ello no suponía problema alguno ni circunstancia que pretendieran cambiar, pues la rutina la consideraban algo normal e ineludible tanto en una relación de pareja como en la vida misma. Astrid ya había escrito la historia de su vida. El "... y fueron felices y comieron perdices." esperaba fuera su destino. Pero lo que nos depara la vida es un misterio, y uno sabe cómo se levanta, pero no sabe cómo va a terminar el día. Y a veces, cuando creemos que ya hemos alcanzado nuestros sueños y podemos ser felices, nuestra vida da un giro de ciento ochenta grados y solo podemos seguir para ver qué pasa. Y el libro de la vida de Astrid no estaba terminado. De hecho su pequeño universo no tardó en desintegrarse, pues una fuerza sobrenatural arrasó su estabilidad, cual huracán enfurecido.<br />
Lo que nunca imaginó que le pudiera suceder a ella, le sucedió. Sin previo aviso. Un día, estaba tranquilamente en la oficina trabajando, cuando llegó su jefe y le presentó al que sería el nuevo director comercial. Al estrecharle la mano y mirarle directamente a los ojos una chispa saltó entre ambos. Fue inconfundible. A partir de ese instante todo cuánto hizo para evitarle fue en vano. Se sentía sucia, traidora y culpable porque él la atraía. Pensar en su marido y su hijo le daba fuerzas para alejarse pero cada vez que lo tenía delante, su corazón, contra su voluntad, latía desbocado y luego, cuando se quedaba de nuevo a solas, se tenía que esforzar para serenarse. Cómo podía ocurrirle algo así, si ella quería a su marido. Por qué. Por qué tenía que sentirse así. No quería tener esos sentimientos y esas reacciones. Tenía mucho miedo de destrozar a su familia, de perder todo cuánto había construido. Sentía que su vida entera estaba en juego y deseaba con todas sus fuerzas que nada ocurriera y volver a vivir en paz, pero pese a todo, cuando él estaba cerca, era como si ella saliera de ella misma, dejando lugar únicamente a su "yo" más instintivo que se sentía arrastrado hacia él, por una fuerza irresistible. La situación la tenía todo el tiempo "atacada" de los nervios hasta que una tarde, por circunstancias de la vida, se quedó a solas con él, y cuando sin pretenderlo y sin saber cómo acabaron enlazando sus manos... ya no hubo marcha atrás.<br />
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Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-5635082818427530918.post-9809848616315839582013-02-03T11:19:00.001-08:002013-02-03T11:19:52.288-08:00LA BUENA NUEVA<div>
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Una nueva vida ha empezado a crecer en un vientre materno, y ha desencadenado sentimientos dispares en aquellos que algún día serán su familia. </div>
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Para la futura mamá, la noticia de su embarazo ha sido maravillosa. Ansía tener otro hijo porque le gusta ser mamá; le gustan los niños. Se siente pletórica. Sabe que en su entorno, no todas las muestras de alegría al conocer su estado de buena esperanza van a ser sinceras, pero eso no le importa. Es más, aunque nunca lo reconocería, saber que en ciertas personas va a despertar envidia y recelo, la hace experimentar un pequeño pero inconfundible regocijo.</div>
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Para la futura abuela la noticia ha sido una verdadera sorpresa. Jamás pensó que tuvieran otro hijo. Está esperando con autenticas ganas que su nuera favorita quede en estado, así que la noticia la ha dejado en una especie de trance. Pues vaya. Con ésta chica aunque no se lleva mal, cariño no le tiene, y al nieto que ya le ha dado, aunque lo quiere, no lo ha disfrutado como a ella le hubiera gustado. En su relación con su nuera nunca ha habido armonía, y ello ha influido notablemente en su relación con su nieto. De todos modos, podría decirse que últimamente se llevan mejor, así que, quién sabe. A lo mejor este bebé acaba siendo una alegría.... tiempo al tiempo. Pero no está muy convencida de ello. Nunca lo reconocerá, pero recibir la noticia la ha dejado chafada. Ella lo que quiere es que la otra se quede preñada. Ésta, en el fondo, le da igual.</div>
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Para la futura tía política la noticia ha caído sobre ella como un jarro de agua fría. Le ha sentado fatal. Ella, que lleva varios años buscando no se queda, y la otra que ya tiene uno va y se vuelve a quedar. Dolor e ira se entremezclan dando lugar a una angustia ya familiar . Se hunde. En el fondo de su corazón, le resulta insoportable. Es injusto. Secretamente comprende que estaba más tranquila-mejor, antes de conocer la noticia.<br />
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Para la mejor amiga de la futura mamá la noticia le congratula limitadamente. Su situación económica es un tanto precaria, muy al contrario que la de su amiga, a la que la crisis no ha afectado y se encuentra en permanente tiempo de bonanza. Pese a que una cosa no tiene nada que ver con la otra, y pese a que siente un gran afecto hacia su amiga y le desea lo mejor en su embarazo y con su bebé, nota como pequeñas astillas de envidia la hacen sentir incómoda.<br />
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Un embarazo. Buena ó mala noticia; Depende de quién sea el receptor de la misma. Se dice que nacemos y morimos solos. En cierta manera, en el fondo, también vivimos solos porque a fin de cuentas, vivimos lo que sentimos y lo que sentimos nos atañe a nosotros exclusivamente. Un alma equivale a un universo. Cada uno somos el centro de nuestro mundo y todo cuánto nos rodea gira en torno a nosotros mismos. Las noticias que nos llegan referentes a otras personas nos afectan en la medida en que "nos tocan". Y no deja de resultar curioso como un acontecimiento a todas luces positivo puede no serlo tanto para otros, o no serlo en absoluto. La llegada al mundo de una nueva vida causa inevitable revuelo en los familiares más cercanos y lo mismo ocurre cuando un ser querido se va. Los sentimientos no siempre son los que cabe esperar. Cada cual se alegra o se entristece en función de la unión con la persona y en función también de su situación personal. Los ejemplos descritos no son malas personas, ni egoístas. Son personas a quienes la dicha ajena hace resaltar sus carencias y sus reacciones íntimas reflejan como se siente su "yo". Yo, mí, me....</div>
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Clairehttp://www.blogger.com/profile/02265101328669432304noreply@blogger.com4