lunes, 1 de marzo de 2010

SOLAS

Irene se siente sola. Vive en una gran ciudad, y siempre está rodeada de gente, pero aún así, se siente sola. En su casa, la relación con su familia es buena. Se quieren. Pero Irene es una persona muy reservada y no abre su corazón. No hace partícipes a sus seres queridos de sus miedos y de sus temores. Cuando necesita hablar, no les llama ni les pide ayuda. Algo se lo impide, y sola en silencio, deja que pase el tiempo. Acude cada día a trabajar a la oficina, donde se relaciona con compañeros, jefes, y demás personas que completan su mundo laboral. Con algunos compañeros congenia más que con otros, y a más de una compañera considera amiga. Está contenta con su trabajo y con el entorno que lo envuelve. Pero cuando termina la jornada y llega la hora de volver a casa, comprende al ver la sonrisa en los rostros de sus compañeros, que ella no sonríe. Ella no tiene ganas de volver a casa. No quiere sentirse sola. Irene siente un vacío en su corazón, una carencia impalpable pero que palpita incesante. La falta de sosiego que ello le ocasiona, la hace taciturna, pero eso nadie lo sabe, porque no conocen a la Irene que está sola . Vive su vida con normalidad, y aparentemente nada le falta, es una joven feliz y alegre. No se queja. Al contrario, es charlatana y simpática. Al volver a casa del trabajo, ya ha oscurecido e Irene se maravilla de la infinidad de luces que le ofrece su ciudad. Siendo como es una romántica, comienza a ver más allá de esas luces. Miles y miles de ventanas iluminadas. Casas habitadas. Gente. Se pregunta qué hace la gente. Se pregunta si alguien en ese momento se siente solo. Sabe que así es. En uno de eso puntitos de luz, alguien que está solo, algún día la encontrará a ella. Está segurísima de ello. Sí. Ahora Irene sonríe.
La hermana de Irene se llama Cinthia. Vive con su marido al que quiere con locura. Se siente querida y vive feliz. Satisfecha. Plena. Pero en ocasiones, emociones distorsionadoras la inquietan. Está noche está sola en casa y no está tranquila. Una melancolía irracional la acecha. De pronto se siente sola. Triste. Como si no estuviera completa. Presa de la ansiedad que esta rara sensación le produce, se acerca a la ventana y contempla a su ciudad en la noche. Desde siempre la han fascinado todas las lucecitas que brillan en la lejanía. Miles y miles de ventanas iluminadas. Ventanas de casas habitadas. Como romántica que es, piensa en la gente que vive en esas casas, y que estará ahora viendo la tele en sus salones. Se pregunta si habrán mujeres como ella, melancólicas en esta apacible noche. Sabe que sí. La inquietud interior es innata en el ser humano. Ante el consuelo que da la normalidad, y el mal de muchos, Cinthia, ya más calmada, sonríe desde su luz, desde su ventana.

19 comentarios:

Juan Rodríguez Millán dijo...

Algo podría hablar con Irene sobre la soledad, los vacíos y las carencias, sí...

Muy bonito, Claire. Y con final esperanzador...

Esteban dijo...

A Irene le vamos a tener que buscar un novio o por lo menos un buen amigo/a para compartir su tiempo libre, un besito

X dijo...

No importa cómo estemos por fuera, todos podemos sentirnos igual por dentro. Entre dos personas que tienen lo mismo puede distar un abismo de felicidad. Al final todos somos iguales, humanos, tenemos miedos y esperanzas.

[ Accidentalmente he terminado con "miedos y esperanzas", que invirtiendo el sentido es el nombre del primer disco de Keane, Hopes and Fears. No tiene nada que ver, pero me ha sorprendido, nunca había pensado en ello... ]

Uma dijo...

Bonita historia Claire, real como la vida misma.
Dile a Irene de mi parte que todo llega, que sentirse sola es normal, pq siempre estamos solos, pero que llegaran tiempos mejores, más plenos.
Besos

kpa dijo...

Yo creo que todos nos hemos podido sentir así en muchos momentos...

Buscamos la compañía del otro,su complicidad...pero a veces,aunque estamos rodeados de gente,nos sentimos muy solos...

Yandros dijo...

Que misterioso todo no?
Con esas luces tintineantes...
Me ha gustado, es un relato extraño.
Pero claro, a mi me gusta lo extraño

Un saludo!

Atlántida dijo...

Todos en el fondo nos sentimos un poco solos y melancolicos, me he sentido un poco identificada con Irene, pero bueno si miramos al cielo y descubrimos las estrellas, nos damos cuentas que las miles de estrellas también están solas, lo importante es no dejarse ahogar por esa sensación.

Jo Grass dijo...

Bella historia Claire, y real como la vida. Cuánta gente podemos identificarnos con ellas una o mil veces. Lo más triste es sentirse solo cuando estás permanentemente rodeado de gente, como ocurre cada día en las ciudades, donde centenares de Irenes anónimas se preguntan lo mismo al caer la tarde y recogerse.

Me ha encantado. Un besote guapa

LA VANE dijo...

¿Sabes que pasa? Pues que la gente necesita de los demas para ser feliz y a veces queremos demasiado. No deberia sentirse sola teniendo gente a su alrededor. Estar solo es no tener a nadie que te escuche, nadie que te hable, nadie que te cuide, nadie que te mire..Y aun asi, hay gente que es feliz si un dia encuentra a alguien con quien hablar un pequeño ratito. Yo pienso que hay algo mas profundo, oculto, algo que le hace sentirse sola sin estarlo.

Es mi humilde opinion.

YOLI dijo...

Hay veces que te sientes sola aún estando rodeada de personas a las que quieres y necesitas ver a personas que realmente lo están para darte cuenta de que eres una persona afortunada.

Lo más importante de todo es no perder la esperanza.

Anónimo dijo...

Pese a su soledad, las dos sonrien por que no es tan malo estar solo y por que es una sitaución temporal, lo mas seguro es que pronto estén bien acompañadas.
Que bonito relato !

Besos !

Sandra dijo...

Es que hay muchas maneras de sentir la soledad, puedes estar rodeado de gente y sentirte solo, y estar solo pero no sentirlo asi. Tambien hay muchas maneras de afrontar la soledad. No es malo estar solo, lo malo es sentirte solo.

Un besete reina!.

Mujer de Rojo dijo...

Todos nos sentimos solos de vez en cuando, por mucha gente que tengamos a nuestro alrededor... así somos.

YOLI dijo...

Niña, ¿qué te pasa??? Estamos esperando una nueva entrada. (¿te sientes coaccionada??? ¿por qué, por qué, eh???)

Espero que no te haya dado un bajón. Si es así, ya sabes donde estamos.

Besos

Juan Rodríguez Millán dijo...

Y tantos días después, me preguntaba yo cómo está Irene...

Jo Grass dijo...

Hola guapa, pasaba por aquí a dejarte un besito. Espero que todo vaya bien.
Mua

Yopopolin dijo...

oye, que estas desapareccidaaa! jaja
donde te metes!!

Claire dijo...

Queridos blogueros:

Lo primero daros las gracias por vuestros comentarios y lo segundo me disculpo por mi ausencia estos días, que entre la vida laboral y la vida social he andao estresá jajaja... pero nada, ¡¡que muchas gracias por pasar por aquí!! Alé, me voy a pasearme por vuestros blogs... Besos.

Jo Grass dijo...

Es que te echábamos de menos!!! me alegro que todo vaya bien. Besos