viernes, 24 de septiembre de 2010

DESHOJANDO MARGARITAS

Acerco el ojo a la mirilla de los recuerdos y atisbo a una adolescente que sentada en el suelo de su habitación, escucha atentamente las nuevas canciones de amor, con las que su adorado grupo "Camela" hace que se le contraiga el corazón. Su mejor amiga está a su lado. Se mira el brazo y señala el vello del mismo, que se le ha erizado por efecto de la candente letra. Cada una digiere anhelante las canciones y sueña con un amor. Cada una sueña con una entrega total a ese alguien, que en sus cabezas todo lo arrasa y con quien en las canciones ellas todo lo viven. Son ingenuas. Inocentes. Adolescentes. Contemplo con melancolía ese momento, que ahora gracias a la visión que me ofrece la retrospectiva, se ha convertido en mágico y decido cerrar la mirilla, para abrir otra en la que las dos adolescentes, son ya unas jovencitas prometedoras, que en un cuarto de baño se acicalan con esmero, maquillándose, planchándose el pelo y estrenando la ropa, que horas antes han adquirido durante su ajetreada tarde de compras. Analizan su imagen reflejada en el espejo desde todos los ángulos posibles, para asegurarse de que todo está como tiene que estar. Están contentas. Tienen muchas ganas de enamorarse. La noche se rinde a sus pies y ellas están dispuestas a conquistar. Cierro la mirilla y sonrío suspirando.
Sin saberlo vivíamos la vida felizmente, sin preocuparnos de otra cosa, que no fuera nosotras mismas y nuestra constante búsqueda de la felicidad.
Deshojando margaritas creíamos en la promesa de un paraíso que nuestro gran amor nos regalaría. Una vida de color de rosa. Tan sólo necesitábamos encontrarlo a Él. Éramos unas románticas y ese amor que no teníamos, nos cegaba y no nos dejaba ver el tesoro que eran nuestras vidas. Nuestra juventud. Nuestra inocencia. Lo veo ahora.
He visto en el pasado una dicha que cuando ocurrió, no experimentaba. Ó experimentaba sin verla. Sin valorarla. Sin disfrutarla del todo. Y por eso me pregunto, si en algún momento del futuro, encontraré en este presente, la felicidad que ahora no hay...

martes, 14 de septiembre de 2010

DISCOTECA LA MECA ¿SÍ O NO?

Que se amenace con declarar una guerra a un país por el nombre inapropiado de una discoteca es sin lugar a dudas una barbaridad. Pero obviado esto, elegir el nombre de la ciudad santa más importante del Islam, a la que cada año peregrinan millones de creyentes, para ponérselo a una discoteca, puede resultar ofensivo a más de uno. La discoteca "La Meca" de Águilas en Murcia está en el ojo del huracán por este motivo. De la ira de los radicales me abstengo de opinar (bueno, creo que ya lo he hecho, jiji...), pero sí puedo entender que a una persona creyente, musulmana, pueda molestarle, aunque defender la causa de la ofensa que en este caso es el nombre de esta discoteca es harto difícil teniendo en cuenta que en nuestra Sociedad es normal utilizar nombres de santos o de templos para dar nombre a negocios. El marketing está por encima de la religión, ó la fe, y tampoco se hace a modo de ofensa o falta de respeto. En la ciudad en la que el patrón es tal o cuál santo, virgen o apóstol, cientos de negocios llevan su nombre, ya sean restaurantes, hoteles, agencias de viaje, estancos... de todo. Lo vemos natural y cotidiano.
En la religión católica el segundo mandamiento de la Ley de Dios dice "no tomarás el nombre de Dios en vano". Veamos, si ahora en lugar de La Meca, a la discoteca en cuestión la llamarán
El Vaticano, entendería perfectamente que mucha gente pudiera sentirse ofendida. Sí, es más que posible que muchos de los habitantes del Vaticano estén a años luz de ser santos, pero aún así, no es nombre para una discoteca. En una discoteca es bien sabido que muchas de las cosas que ocurren dentro de su recinto distan mucho de respetar los muchos valores que la religión trata de inculcarnos, luego darle un nombre evocador de la religión no tiene ningún sentido. Y si en lugar de El Vaticano, a la discoteca en cuestión la llamarán La Casa de Dios imagino que sería inaceptable. Quizás si el nombre elegido fuera La Catedral ó La Iglesia, fuéramos más permisivos, ó tampoco. No sé. A lo mejor la ofensa que cada individuo pueda sentir es directamente proporcional a su fe ó a su sentido del respeto, y yo entiendo aquéllos que opinan que La Meca no es el nombre acertado. ¿Y tú?, ¿crees que deberían cambiarle el nombre?

P.D.: La discoteca va a cambiar de nombre. Su propietario celebrará un concurso para que la gente aporte ideas y llamarla de otra forma. Pues nada, a ver si a la segunda va la vencida.

jueves, 9 de septiembre de 2010

OBSESIONADA POR LA LIMPIEZA

¿Que hay detrás de una casa siempre impoluta? ¿Como mantener una casa siempre reluciente, sin una mota de polvo?. Pues siendo una mujer que se pasa el día limpiando. No hay otra explicación; bueno, con la excepción, claro está, de esas casas que son limpiadas a diario por maravillosas asistentas, pero que no es el caso en el que yo estoy pensando precisamente. En la puerta de la nevera de una amiga mía, hay pegado un imán en el figura grabado el siguiente proverbio: " En una casa muy limpia vive una mujer aburrida". Cierto. Hay actividades infinitamente más estimulantes y beneficiosas tanto para el espíritu como para el intelecto, que dedicar TODO el tiempo de ocio a mantener la casa tan limpia "como los chorros del oro".
La mesita centro de mi comedor es de cristal, y varias amigas me recuerdan cada vez que vienen a casa que "mola, pero lo malo del cristal es que se ensucia mucho ; te vas a hartar de limpiarla". Pues sí; estoy harta de limpiarla". Pero la cuestión es que no es que por ser de cristal se ensucie antes ó más que el resto de los muebles, ensuciarse se ensucia lo mismo, sólo que en el cristal se ve más. Ayer la limpié y quedó preciosa, brillante pero sin embargo hoy ya se ha hecho visible una finísima capa de polvo. Yo podría ahora mismo coger una bayeta y limpiarla de nuevo para que volviera a adquirir esa perfección que la hace resplandecer, pero paso. Prefiero escribir un rato. Ya la limpiaré mañana. Ó pasado, que a fin de cuentas, mantener una casa impecable es IMPOSIBLE. ¿Y a qué viene esta entrada sobre la limpieza del hogar? viene de cierta conversación con una compañera de trabajo, que nos contaba a modo de crítica cotiyesca las manías obsesivas de su cuñada con respecto a la limpieza de su casa. Yo me quedé boquiabierta escuchándola. Os cuento:

1- Nadie pone un pie en su casa sin una bayeta en el suelo sobre la que ser apoyado, para caminar arrastrando la misma. Así no le ensucian el suelo, y de paso le sacan brillo.

2- Su marido mea SENTADO EN EL VÁTER. Así no salpica.

3- Las ventanas siempre cerradas. Si hace calor, aire acondicionado que así no entra el polvo.

4- Su marido entre semana no se ducha en casa. Lo hace en las duchas del gimnasio al que se apuntó empujado por ella para tal fin. ÚNICAMENTE PARA TAL FIN.

¿Que os parece? ¿una obsesionada por la limpieza ó una chica lista? jajajajaja.

martes, 7 de septiembre de 2010

AMARGADA

Según la RAE: AMARGADA: adj. Dicho de una persona: Que guarda algún resentimiento por frustraciones, disgustos, etc.

Estefanía es una mujer amargada. Debido a las frustraciones, disgustos, etc, que en su vida han tenido lugar, su sonrisa se ha borrado de su cara, de su vida y de su alma. Su familia, la anima a que viva su vida con alegría, sin pesares, sin comparaciones, pero eso para ella, es muy difícil.
A sabiendas de que existen otras muchas personas con vivencias y situaciones similares a la suya, que han seguido adelante, y viven en armonía con sus circunstancias, y son felices, ella no consigue aceptar que las cosas como son, y piensa en cómo podían haber sido,y en que no le es posible ser feliz, siendo como son. Reniega de su vida y ello le impide vivir en paz. Paz, eso es lo que su atormentada alma anhela más que nada, pero la paz no la alcanzará mientras siga encerrada en sí misma, dejándose a merced de sus pensamientos, que no son otra cosa que eficaces verdugos que la perturban y la hacen ver un horizonte siniestro y amenazante, del que no ve modo de escapar. Sus pensamientos, esos que la enredan, y la hacer dar vueltas y más vueltas a todo cuánto la rodea, a todo lo que no es; a lo injusto de la vida; a lo felices que son los demás; a lo desgraciada que es ella; al eterno por qué yo.
Pero por suerte para ella, en lo más profundo de su ser, lo que queda de quién fué alguna vez, intenta resurgir de entre las cenizas en las que la amargura la han convertido, venciendo a los pensamientos asesinos que tratan de impedir su ascenso. La Estefanía dulce, simpática e inocente que fue alguna vez, no quiere ese porvenir solitario, triste y amargado; quiere recuperar la ilusión por la vida, quiere libertad.
La batalla se presenta encarnizada; la ilusión contra la amargura; La fuerza positiva de un espíritu con ganas de sobrevivir, contra la fuerza negativa de unos pensamientos que van matando lentamente. El bien contra el mal.


Cuando tu peor enemigo son tus propios pensamientos, que te agobian, que te estresan y que finalmente te amargan, cambiar la actitud no siempre es fácil, pero espero que Estafanía lo logre. Querer es poder.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

POR CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA

Afectuosos saludos de una enamorada de Segovia. Las vacaciones bien. Mucho turismo, mucho relax, mucho de no hacer nada y mucho de no parar. Y ya han pasado. Y aquí estoy yo, rompiendo el hielo para estrenar este mes de Septiembre y superar el síndrome post-vacacional :-). Así que escribo algo para desperezarme y me paso por vuestras casas a ver que os contáis.
Y es curioso que conforme voy tecleando, voy sintiendo el cosquilleo de la emoción del reencuentro. ¡¡Que bien!! ¡¡ Hogar, dulce hogar!!

POR CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA

Héctor colgó el teléfono malhumorado. Contestar a las preguntas de la encuesta que le acababan de hacer, no le había hecho ninguna gracia. Qué manera de perder el tiempo. Su tiempo. Y qué clase de pregunta era aquélla. ¿Por qué cojones había contestado? ¿ Que por qué motivos entendería él justificado el fraude fiscal? En ese instante debería de haberla mandado a la mierda. Pero bueno, la respuesta que había escogido no estaba mal; Hay circunstancias en la vida que justifican cierto fraude. Recordó las otras dos respuestas : "el fraude es algo cosustancial" y la tercera, "no se puede justificar". En fin. Hay que joderse.
Dos golpecitos en la puerta y la entrada de Lucinda en su despacho tendiéndole un pedido que acababa de llegar por fax le sacaron de su ensimismamiento. Sonrió calculando mentalmente la cuantía aproximada del pedido, pero su sonrisa desapareció al ver la enorme letra "b" trazada descuidadamente en mitad de la hoja, bien visible. "Coño -pensó-, es que nunca van a aprender que estas cosas no se hacen por escrito" "espera - le dijo a Lucinda antes de que abandonara el despacho- haz una fotocopia de este pedido tapando con un trozo de folio en blanco la letra b, y destruye el original. Y luego que preparen el material."

Y así, una vez más, Héctor cometió fraude fiscal. Sin remordimientos; sin temores; sin regocijo; sin más. Su cliente lo había pedido así, y no había más que hablar. Punto.
Y así, una vez más, Hacienda no cobraría el impuesto correspondiente a esta venta y de las arcas públicas no se podría destinar a nada este dinero, porque oficialmente esta venta nunca se produciría. Circunstancias de la vida.