viernes, 19 de octubre de 2012

MUJERES FEAS

Un periodista afirmó en un programa de televisión en el que se debatía acerca del acoso que padecía Telma Ortiz por parte de la prensa, que si ésta fuera gorda y fea no le interesaría a nadie.  El resto de tertulianos que participaban en el debate, pusieron la típica cara de sorpresa y negación que se pone cuando se escucha algo políticamente incorrecto pero con lo que se está secretamente de total acuerdo.  Yo también estoy de acuerdo. Si Telma Ortiz fuese gorda y fea no interesaría.  Pero es guapa y delgada, y eso vende.  A mi me gustan las revistas para ver a gente guapa, no a gordas y feas.  A todos nos gusta la belleza.  La belleza abre puertas.  Ser guapa incrementa la autoestima, la seguridad y la confianza en una misma.  Todas las mujeres deberían sentirse guapas.  De las feas nadie quiere saber nada.  No hay feas protagonizando películas ó en las portadas de las revistas.  No hay lugar para las feas en el mundo de la moda.  Ni en el mundo de la televisión.  No creo que haya mucha gente a quien le agrade contemplar el rostro de una mujer fea.  Feas no, gracias.  Fea. Hasta la palabra en sí misma es fea. Que a una la describan usando el adjetivo "fea" es cuando menos hiriente, y una gran falta de respeto.  Nadie debería llamar fea a una mujer, porque no hay mujeres feas.  Hay mujeres más guapas y mujeres menos guapas, pero feas ninguna.  Todas tenemos en la cara dos ojos, una nariz y una boca, y a partir de ahí cada una que se saque el mejor partido.  "La belleza está en los ojos que la observan" y la mujer que a unos parece bella, a otros no lo parece tanto.  Y viceversa.  Existen mujeres acomplejadas y deprimidas que por creerse feas apenas se dejan ver, y viven encerradas en sus amarguras. Es muy triste y muy injusto.  Toda mujer debería sentirse orgullosa de serlo, y debería salir a la calle y mostrar lo mejor de sí misma.  No importa ser más o menos guapa.  Importa ser una misma y vivir en armonía y libertad.  Para que a una la quieran, primero debe quererse a sí misma.   Las guapísimas y divinas de la muerte están muy bien donde están y las menos guapas también tienen que ocupar su lugar. Sufrir por no sentirse guapa es bastante absurdo.  Hay que tirar hacia delante, con una sonrisa y muchas ganas de vivir.  Y siempre cuidar de una misma. Impepinable.  

viernes, 12 de octubre de 2012

UNA MEDIOCRE INDIGNADA

¡Vaya!, otra vez me han llamado idiota.  Mira que les gusta decir eso de que la sociedad está idiotizada.  Y mira que les gusta insinuar que los mediocres lo somos por vagos y pasotas.  Que a gusto se deben de sentir al decirlo. Que superiores.  A mí que me dejen en paz ya, que yo no me he metido con nadie, y mira que motivos no me faltan.  ¿Y si no sé cuál es la capital de Suecia a los demás que les importa? que yo me quedo la mar de  contenta con ver las fotos de la Victoria con su marido y su hijita en el "¡Hola!". ¿y que pasa porque vea el "Sálvame" y el "Gran Hermano", ¡pues a mucha honra!.  Pues anda que los políticos no hacen show ni ná.  Si se pasan los días tirándose los trastos a la cabeza.  A esos los llevaría yo a la casa de Guadalix, que seguro que un buen espectáculo nos darían, ahí metiéndose unos con otros con esa elegancia suya.. jajaja. Sería telebasura pero con clase. Telebasura de luxe.  Sí..  Ay, qué harta me tienen.  El otro día hasta leí que la mediocridad es una patología.  Sí.  Vamos que encima, que me llaman  mediocre idiotizada, también  me dicen que estoy enferma.  Y que soy mediocre porque me conformo con satisfacer mis necesidades básicas y no aspiro a más... ¡¡ pues claro que me gustaría tener más!! pero qué puedo decir, si he acabado siendo una ama de casa  ¡que a mucha honra!.  He dedicado mi vida a criar a mis hijos; me he esforzado en inculcarles valores y con disciplina he sacado la casa adelante. Pues así soy yo.   Mis hijos lo son todo para mí y estoy orgullosísima de ellos, que hay que ver lo buenos chicos que son y que buenos estudiantes.  Y luego van los pobres, y con esa energía suya tan propia de la juventud, se manifiestan entusiasmados con sus ideas y su descontento por la situación actual del país.  Sí, se manifiestan y llegan los listos de turno, y les llaman perro flautas.  Ellos sí que son perro flautas.  IDIOTAS en mayúscula les llamaría yo.  Meterse con mis niños.  Mis niños que no insultan a nadie, y solo pretenden labrarse una vida mejor, y con dignidad salen a la calle, sin hacer ningún daño a nadie.No se merecen que les insulten.  De verdad que es el colmo.  
Sí, soy una mediocre española que paga los impuestos puntualmente.  Una mediocre española que ha pagado su casa y un montón más de dinero a los bancos.  Qué voy a contar de los intereses de la hipoteca que no se sepa ya.  Los bancos.  Con todo el dineral que se llevan de todas las hipotecas de todos los españoles y ahí están dejando en la calle a familias enteras porque no pueden pagar. Que poca vergüenza.  Pero claro, qué va a entender una mediocre idiotizada como yo de lo que ocurre con los bancos.  Yo a pagar y a callar.  Y si mis hijos no encuentran trabajo y a mi marido por la crisis le han bajado el sueldo ¿a quién le importa? ¿le importa a alguien? ¿a los bancos? ¿al gobierno? ¿a la oposición? ¡ja! les importa un comino.  Todos ellos, los poderosos, los que gobiernan el país; los que hacen y deshacen lo que les da la gana.  Ellos lo han hecho mal  y la que lo pago soy yo.  Normal que me llamen idiota.  Soy mediocre, sí, pero tengo dignidad y si una cosa tengo clara es que la culpa de la crisis no la tengo yo. Y otra cosa quiero decir:  que si no tengo cultura o no veo los documentales de la dos o no me entero de nada, eso es asunto mío, que yo sé lo que tengo que saber y punto pelota. Que ellos hagan su trabajo que yo ya me ocupo de hacer el mío. Y a ver si respetamos un poquito, que hay mucho mediocre por ahí suelto que todavía no sabe que lo es.  Un poco de por favor. Que ya está bien.

viernes, 5 de octubre de 2012

REFLEXIONANDO SOBRE LA INFIDELIDAD


El otro día leía en no sé dónde, un artículo acerca de la infidelidad.  Resumiendo venía a decir que al contrario de lo que se cree, la mujer comete infidelidad casi a la par que el hombre.  "La propensión a la infidelidad -explicaba el artículo- no la marca el género, si no la posibilidad de serlo.  Las personas que conocen a más gente, tienen más posibilidades de traicionar a sus parejas".  Así de simple.  Así de lógico. Si esto ya me lo explicaba a mi mi madre.  No es lo mismo trabajar en una pequeña empresa -decía mamá- que en una grande llena de hombres y mujeres trabajando juntos.  Que haya líos en esos casos es casi inevitable.  Pero ¿por qué?.  A mi entender, esta teoría me está diciendo que yo puedo estar tranquila, pues teniendo en cuenta el número y género de los trabajadores que hay en la empresa en la que trabaja mi pareja, hay muy pocas posibilidades de que me sea infiel.  Por lo menos allí.  Pero si trabajara en otro lugar, con muchas compañeras... otro gallo cantaría.  Quizás no me pondría los cuernos, pero ya habría  muchas más posibilidades.  Y si fuera yo la que trabajara rodeada de hombres, pasaría exactamente lo mismo.  Que las posibilidades de que yo le fuera infiel a él en el trabajo aumentarían considerablemente.  
No somos animales, somos personas racionales.  Otros factores son muchos más contundentes a la hora de que una persona sea infiel a su pareja que el mero hecho de que en su entorno abunden personas del sexo opuesto.  Una relación de pareja pasa por muchas etapas.  Hay etapas muy buenas y etapas muy malas.  Hay mucha rutina, hay aburrimiento y hay en general de todo un poco.  Pero ¿por qué se es infiel?.
La infidelidad es una traición en toda regla. Yo casi preferiría ser la esposa engañada.  
No creo en la amistad entre hombres y mujeres (bueno, alguna excepción hay), porque generalmente una de las partes acaba queriendo algo más íntimo que lo que una amistad da de sí.  Mis únicos amigos son las parejas de mis amigas.  Y si en alguna ocasión algún hombre entabla conversación conmigo y de alguna manera noto que despierto cierto interés, aunque mi ego se enaltece, zanjo la conversación y en lo sucesivo evito a esa persona.  No está bien deleitarse en el hecho de resultar atractiva a alguien cuando una ya tiene quien la espera en casa.  "El que evita la tentación, evita el pecado", dice el refrán.  Pero la realidad es  que si una persona es infiel, no es porque "la carne es débil", o porque está rodeada de tentaciones.  Si una persona es infiel es porque a su pareja ya no la quiere. Así de sencillo.  El amor se acaba, y cuando el amor se acaba la relación de pareja está en grave peligro de muerte, y la infidelidad simplemente  es la gota que colma el vaso. No hay más.  Por eso no hay que temer que tu pareja te sea infiel porque si se llega a éste punto, significa que  más tarde ó más temprano todo se iba a desmoronar.  Sí o sí.  Esa es la moraleja que extraigo de está reflexión:  La infidelidad no es la causa de la traición, es una consecuencia del final del amor.