jueves, 27 de diciembre de 2012

PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO

Mi futura vida laboral es una página en blanco.   Que volveré a trabajar es algo sobre lo que no albergo ninguna duda;  pero en qué trabajaré es toda una incógnita para mí.  Dedicada a la crianza de los niños y a las labores del hogar, no pienso mucho en el tema, pero en ocasiones, cuando abro mi portátil y entro en este blog dispuesta a escribir, me quedo mirando la pantalla en blanco, luminosa, y mis dedos se quedan inertes sobre el teclado mientras me doy cuenta de que no sé qué quiero escribir y no sé en qué trabajaré el día de mañana.  Cuando esto ocurre, aunque confieso que siento cierta frustración, opto por darme una vuelta por otros blogs ó páginas web de mi interés, y me olvido del tema.  Pero hoy, me apetece escribir sobre ello.  Quizá sea debido a que se acaba el año, y a que los propósitos para el año nuevo ya comienzan a tomar forma en mi cabeza.   Os contaré lo que ando planeando:  dado que no cuento con mucho tiempo libre, me voy a limitar a fijarme dos objetivos: repostería  y fotografía.  La fotografía me ha gustado desde siempre, y la repostería es un capricho nuevo.  Muffins, cupcakes, macarons, tartas de fondant... repostería creativa.  Me imagino cual protagonista de "Mujeres Desesperadas" dándole la bienvenida a una nueva vecina con una bandeja repleta de deliciosos muffins de chocolate y canela... jajajaja. Y en lo referente a la fotografía, quiero aprender a manejar algún programa que me permita perfeccionar mis fotos.  Photoshop.  Creo que no son propósitos inalcanzables ¿verdad?... bueno lo de la repostería lo veo más difícil porque cuando llega la hora de la verdad, ponerme en la cocina me da mucha pereza.  No obstante, ya me he comprado una caja de "Royal" de cupcakes para romper el hielo;  prefiero empezar por algo fácil.  Y ahí está, esperando en la despensa... Pues eso, que si logro hacer pasteles bonitos serán inmortalizados en las fotografías profesionales que pretendo hacer.
El futuro es incierto y el futuro en la vida laboral, más.  La crisis ha provocado que muchas personas hayan cambiado de profesión.  Dinero hay que ganar y si no se puede trabajar en aquéllo para lo que un@ se ha preparado, se trabaja en otra cosa.  La crisis también ha provocado que muchas personas en paro, ocupen su tiempo estudiando para posteriormente tener más oportunidades de encontrar un trabajo. Tengo por delante un año y medio hasta que empiece a intentar incorporarme en el mundo laboral.  Ignoro si tendré que cambiar de registro;  hasta la fecha mis trabajos se han limitado a administrativa en varias empresas y a teleoperadora.  Pero lo que tengo muy claro, es que deseo sentir pasión.  Quiero entusiasmarme.  Ya sea tanto en mis propósitos para año nuevo como en cualquier trabajo que realice.  En el trabajo, como en la vida, hay que dar el cien por cien.  La pasión y el entusiasmo son claves para que el tedio no inunde los días.  Estar a gusto, tener disciplina y hacer las cosas lo mejor que se pueda es fundamental para llevar a cabo y con éxito cualquier empresa.  Un trabajador aburrido es un trabajador sin ganas de trabajar.  Y reconozcámoslo, no hay nada más triste que levantarte cada día sin ganas de ir a trabajar. Para ser feliz es indispensable vivir en armonía;  tanto en lo personal como en lo profesional, y para alcanzar la armonía hay que tener ganas.  Ganas de seguir.  Y si se tienen ganas de crecer, mejor. Cuántas más ganas le echemos, más éxitos alcanzaremos.  Esta Nochevieja brindaré por el Año Nuevo, por mis propósitos, y por que todos le echemos ganas y alcancemos nuestras metas.  Chin chin.

lunes, 24 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD

Un techo que nos proporcione cobijo;  Ropa que nos dé abrigo;  Alimentos, para saciar nuestra hambre;  Y bebida para calmar nuestra sed.  Satisfechas nuestras necesidades más básicas, no importa si estas Navidades son más o menos austeras;  lo que de verdad importa es estar aquí.  Importa tener salud.  Importa tener ilusión y ganas de vivir.
Paz, Amor, Armonía, Familia.  Esa es la esencia de la Navidad.  Que todos podamos gozar de la Navidad es lo que importa.
Felices Fiestas.  

martes, 18 de diciembre de 2012

MIS MELLIZOS YA TIENEN UN AÑITO

Las Navidades están a la vuelta de la esquina y yo estoy deseando poner el árbol de Navidad.  Este año si Dios quiere, van a a ser unas Navidades especialmente felices.  Me siento muy ilusionada.  Es cierto que el año pasado ya tenía a mis pequeñines conmigo, pero qué queréis que os diga, dos bebés de menos de un mes de vida y que no paraban de llorar, dejaron a la Navidad en un muy discreto segundo lugar.  Había mucho que hacer.  Muchos lloros que calmar;  muchos pañales que cambiar;  muchos biberones que dar;  Fue increíble. Indescriptible. Nunca imaginé lo que dos bebés podían llegar a cambiar una vida.  No es que me cambiaran la vida, es que se convirtieron en mi vida.  Desde que tras salir del hospital entramos por la puerta de casa, no hubo nada más que ellos.  Los bebés.  Ni siquiera recuerdo  bien aquellas primeras semanas.  Lo que sí recuerdo es  que la vida se convirtió en una frenética  carrera de atenciones a los bebés.  También recuerdo que muchos días, cuando mi marido llegaba de trabajar al medio día, nos bajábamos a pasear al parque y de paso nos comprábamos la comida en "comidas para llevar" y nos la comíamos sentados en un banco.  No tenía tiempo para cocinar. Ni para limpiar,  que recuerdo que empleé la ayuda de dos mil quinientos euros que me dio el estado por parto múltiple, en una chica que venía dos veces a la semana para limpiarme la casa. Y fue una acertadísima inversión,  porque lo que realmente necesitaba era eso, ayuda en la limpieza, que no exagero al decir que no podía ni limpiar un wáter.  Recuerdo las noches, con las tomas cada tres horas... los lloros en mitad de la noche... ¡¡el sueño!!  ¡¡Qué sueño que teníamos!!... pero cuando lo pasaba mal  era cuando estaba sola y no podía coger a los dos a la vez.  Eso sin duda era lo peor.  Estar dando un biberón a uno, y tener a la otra llorando desconsolada me daba muchísima pena... que mal lo pasaba.  Cuántas veces llegaba mi marido de trabajar y nos encontraba a uno tomando y mi y al otro llorando... muy triste.  Ese fue el motivo por el que no les dí el pecho.  Porque el biberón se lo bebían más rápido.  Y el sacaleches... ¡qué rollo!. Sí, eso también lo recuerdo.  Así pasaba los días, sacándome la leche, dando el biberón, cambiando los pañales, y cogiendo a uno, y la otra, y vuelta a empezar. Era bonito. Y aunque reconozco que había momentos de gran estrés y de gran cansancio, cuando encontraba un ratito de calma, lo disfrutaba y no se me olvidaba nunca lo afortunada que había sido.  Y así como quien no quiere la cosa ya ha pasado un año.  Me da pena lo rápido que ha pasado...¡si parece que fue ayer!...Ha sido un año muy  intenso y  el mejor de mi vida.   Es un tópico pero es que es así, mis niños son lo mejor que me ha pasado y me encanta ser mamá  a jornada completa.  Pero bueno, que para ser verdaderamente sincera, debo confesar me suelo quejar bastante de que ¡no tengo tiempo de nada!... es verdad, entre los niños, la casa, la comida... nada.  Me puedo pasar semanas sin poder entrar aquí, por poner un ejemplo... pero bueno, con ganas, más tarde o más pronto se encuentra un ratito.  Pero cuesta encontrarlo.  Y lo mismo me ocurre en  otros ámbitos de la vida, que tengo que tener mucha paciencia porque con los peques "ya está todo  pescao vendido" ;).  Me falta tiempo para mí misma pero poco a poco lo voy consiguiendo.   No obstante, esa carencia queda sobradamente compensada con todo lo que me dan dan.  Es amor de madre, lo sé, pero no hay palabras para describir lo que siento cuando entro en su habitación y los dos me esperan sonrientes en la oscuridad, o cuando mientras voy haciendo cosillas y asomo la cabeza por la puerta del comedor para ver qué hacen en su parque infantil y los dos dejan lo que están haciendo para mirarme sonrientes y expectantes a que me acerque a decirles cositas..Son mis dos tesoros, y sus sonrisas y su felicidad lo son ahora todo para mí.  Aunque como persona humana que soy, a veces se me olvida y me quejo, pero... ¿acaso alguien no se queja?...
Como decía, ya tienen un añito... un añito.  Lo volvería a vivir todo otra vez.  Con más calma.  Más experimentada... jajaja... seguro que volvería a ser todo como  un mágico caos.  Ah! recuerdo también que muchas madres me solían decir que teniendo ellas uno, no se imaginában cómo sería tener dos a la vez y yo les contestaba que yo lo que me preguntaba es que si yo con dos andaba medio loca, cómo lo llevarían las que tenían tres a la vez... jijiji.... pues al principio triplemente estresadas y luego triplemente  orgullosas y felices.  Un hijo es un regalo.  Dos hijos son dos regalos.  Tres hijos son tres regalos...
  

viernes, 23 de noviembre de 2012

Y YO CON ESTOS PELOS

Mi pelo es largo, liso, de poco volumen para mi desgracia (snif..:), rubio con mechas.
lo lavo en días alternos y le aplico una mascarilla para que se vea bien cuidado.  Lo más triste de no tener una cantidad abundante de cabello, es que si pasas dos días sin lavarlo se vuelve graso en exceso, y estéticamente desfavorece ó bastante ó mucho.  Si el día que toca lavarlo no lo hago, al día siguiente no me soporto a mí misma y hasta que no noto el chorro de agua de la ducha cayendo sobre mi cabeza y arrastrando consigo el champú y la suciedad no quiero ni salir a la calle.  Luego, cuando ya he terminado y de nuevo siento mi pelo limpio y seco vuelvo a ser yo misma.  Relajada, revitalizada y con ganas de salir a la calle con la melena al viento...maravilloso.  Me parece curioso que la higiene del cabello afecte de esta manera a nuestro estado de ánimo porque ¿qué es el cabello aparte de un montón de "hilos" que salen del cuero cabelludo y que ni sienten ni padecen?  pues  la cuestión es que si no está limpio genera incomodidad general.  Escribiendo esto me viene a la cabeza una conversación que tuve hace años con una amiga en la que ella me aconsejó que cuando estuviera embarazada y me pusiera de parto, antes de salir de casa me lavara el pelo.  Ante mi cara de sorpresa  ella me explicó que en el parto se suda mucho y que luego no te dejan lavarte el pelo con lo que tú te quedas ahí, con tu bebé, recibiendo a las visitas con el pelo asqueroso.  Imaginarme en la tesitura descrita por mi amiga me asustó, así que durante mi embarazo me lavaba el pelo casi todos los días, para que si llegaban antes de tiempo  no me pillaran con el pelo sucio. ¡Qué horror!.  Finalmente fue cesárea, y debo decir que  aunque mi pelo estuvo limpio todo el tiempo, de estar todo el día postrada en la cama, el pelo se me enredó una barbaridad.. Dios, nunca olvidaré lo que me costó desenredarlo... hasta ayuda necesité. 
Pues eso, que el pelo es mucho pelo.  Yo anoche aunque tenía que lavármelo, no lo hice. Craso error. Estaba muy cansada y solo tenía ganas de cenar y ver un rato la tele, así que me dí una ducha rápida, y aún a sabiendas de que al día siguiente me arrepentiría, no me lo lavé.  Cierto es que contaba con que íba a venir mi madre a ayudarme con los peques pero... ¿y si no llega a venir, qué?... Uff, me da algo.  De hecho cuando se los ha bajado a pasear, he limpiado mi dormitorio y mi cuarto de baño y no he aguantado más. Sentía la necesidad urgente de lavarme el pelo. Tras hacerlo el alivio ha sido inmenso.  Para que luego digan que el pelo está formado por células muertas.  Pues no da el pelo quebraderos de cabeza.  Hasta  podría decirse que cada mujer tiene su historia particular de amor-odio con su pelo.  Es la verdad.  Una se pasa la vida aprendiendo a convivir con su pelo, y aún así, el pelo sigue dando la nota y mostrando su rebeldía.  Es lo que hay.  El pelo es así.  Tiene carácter.
Un pelo limpio y peinado aumenta nuestra autoestima de una manera rápida y eficaz. Y con un pelo limpio y bien peinado puedes ir a todas partes. No se necesita más.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

LA ESPAÑA DE LOS DESAHUCIOS

A los desahucios judicialmente se les denomina lanzamientos, palabra cuyo significado es "despojo de una posesión o tenencia por fuerza judicial".  Por su parte, desahuciar significa "Dicho de un dueño o de un arrendador: despedir al inquilino o arrendatario mediante acción legal".

Artículo 47 de la Constitución Española: Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada.  Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.  La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.

Es muy común en los entierros escuchar la consabida frase "no somos nada";  sobre todo cuando el difunto es una persona joven.  Ciertamente, frente a la muerte no somos nada.  Y frente a  la vida, sin dinero, tampoco.  Y es ahora, en estos tiempos de desahucios cuando la veracidad de estas tres palabras es más patente que nunca.  No somos nada.  Sin dinero (cabe añadir), no somos nada.

Desde la confortabilidad que me proporciona  mi hogar, pensar en los desahucios se me antoja como algo ajeno.  Sin embargo, el que considero y siento como mi hogar no es mío;  mi hogar pertenece al banco hasta el día en que termine de pagar la hipoteca. Es la pura realidad.  

 El banco nos presta el dinero gracias al cuál podemos comprarnos una vivienda, y nosotros debemos devolverle ese dinero atendiendo a las condiciones acordadas y sumando unos intereses constituyentes del lucro a obtener por el banco.  Elemental.

En cualquier familia, mientras hay trabajo, todo fluye.  Las deudas se van pagando y todo va bien.  Se paga la alimentación, la ropa, los impuestos, la hipoteca y todo lo que haya que pagar.  Pero en la España que vivimos falta trabajo, y los ingresos que genera el trabajo para una familia son imprescindibles para poder vivir. Sin dinero una persona está perdida.  Una, o las que sean.  La hipoteca de la casa hay que pagarla, sí ó sí, porque si no pagas, el banco te desahucia.  Te echan a la calle.
Y no quepa duda que el banco alma no tiene.  Ni piedad.  El único objetivo de los bancos es el lucro. Lo que les ocurra a aquéllos que por no poder pagar van a ser o han sido desahuciados ni les importa ni les preocupa.  Simplemente no es asunto suyo.   

Qué sencillo parece el asunto. De cajón de madera de pino. Tan fácil de entender cómo que dos más dos son cuatro.   Lo malo es que hablamos de personas.  De familias que azotadas por la crisis económica no llegan a fin de mes.  No les llega el dinero y no pueden pagar.  Gente decente que siempre ha pagado todo lo que ha tenido que pagar pero que por las circunstancias actuales no puede.  Gente que en el momento en el que encontraran un trabajo, volverían a la normalidad y pondrían sus cuentas al día.  Pero como no somos nada, en el sentido más triste de la expresión,  muchas familias ya han perdido la normalidad.  Las consecuencias de no pagar la hipoteca han sido catastróficas y ya no tienen casa. Es muy fuerte.  Es tan fuerte, que es una de esas situaciones que si no las vives, no las puedes comprender.  Personalmente reconozco que no me puedo imaginar como se debe de sentir alguien a quien van a echar de su casa.  De repente verte en la calle;  con lo puesto.  Desesperación en estado puro.  Por eso algunos no han podido resistirlo.  Es monstruosos lo que está pasando.  Esperemos que las medidas que parece que se van a tomar no sean las únicas y los que nos tienen que proteger, lo hagan.  Nos lo merecemos.  Y esperemos también que a los que no han protegido, protejan.  Es su obligación.  En el patrimonio del banco hay en la actualidad numerosos pisos vacíos (de los desahuciados, claro), y disfrutar de una vivienda digna (que no poseer) es un derecho constitucional del individuo con lo que sin entender cómo hemos llegado a esta situación y sin tener conocimientos sobre la materia, no creo que esté equivocada cuando afirmo que si quisieran poner soluciones y ayudar a los necesitados, lo harían.  Si somos algo para los que tienen el poder, que lo demuestren ya.

martes, 6 de noviembre de 2012

FUERZA PARA VIVIR

El cuerpo del ser humano es frágil, quebradizo.  Somos tan vulnerables a la muerte que en cierto modo, no merece la pena detenerse a reflexionar sobre ello.  Cuando llega el momento, llega.  Sin embargo, en contraposición a la debilidad del cuerpo, el alma del ser humano es asombrosamente fuerte.  Somos capaces de soportar cualquier situación en la que el azar se encapriche de colocarnos.  Todos los días amanece, y todos los días nos levantamos y seguimos en nuestras vidas ya sean estas dichosas ó tristes, buenas ó malas, fáciles ó difíciles.  Ocurre con frecuencia que contemplamos al prójimo y a las circunstancias en las que se encuentra su vida, y el pensamiento "yo no podría"es sincero en ese momento  pero la realidad es que sí podríamos, porque en la vida muchas veces no hay otra posibilidad que avanzar con lo que te ha tocado en suerte.  Ayer me encontré con alguien cuya vida despertó en mí una mezcla de compasión y admiración debido a lo dramático de sus circunstancias.  Dramático para mí, que lo veo desde fuera;  para ella, su vida.  Su día a día y su razón de vivir.  Sus hijas mellizas que tienen ya siete años y a las que querrá con todo su corazón padecen la enfermedad de autismo profundo.  Que golpe más duro de la vida.  No alcanzo a imaginar cómo tiene que ser.  Y ella, una auténtica madre coraje que las atiende y las cuida y además sale cada día a trabajar con una sonrisa en la cara me contó su historia con una absoluta naturalidad.  Fue una conversación intrascendente entre madres de mellizos que se cuentan lo que sus niños hacen y dejan de hacer.  Conversación intrascendente para ella, pero no para mí.  La vida.  Cuando todo va bien, todo va bien.  Pero cuando se complica, no importa cuán grande sea la complicación, que por las mañanas nos levantamos de la cama, sacamos fuerzas y seguimos adelante.  No hay más opciones que seguir.  Y sobre todo cuando se trata de sacar adelante a un hijo.  Ahí no hay lugar para las lamentaciones.  Sólo puede haber espacio para el optimismo, la fuerza y el amor.  Y se sale adelante, claro que sí.  Porque somos fuertes y nos adaptamos y sobrevivimos a cualquier situación. Como he dicho al principio, el cuerpo del ser humano es frágil pero el alma es fuerte, y esa fortaleza nos empuja hacia adelante y nos ayuda a afrontar las adversidades en las que nos vayamos encontrando.  Nuestra vida sigue;  pase lo que pase;  llueva ó brille el sol. Y podemos.

viernes, 19 de octubre de 2012

MUJERES FEAS

Un periodista afirmó en un programa de televisión en el que se debatía acerca del acoso que padecía Telma Ortiz por parte de la prensa, que si ésta fuera gorda y fea no le interesaría a nadie.  El resto de tertulianos que participaban en el debate, pusieron la típica cara de sorpresa y negación que se pone cuando se escucha algo políticamente incorrecto pero con lo que se está secretamente de total acuerdo.  Yo también estoy de acuerdo. Si Telma Ortiz fuese gorda y fea no interesaría.  Pero es guapa y delgada, y eso vende.  A mi me gustan las revistas para ver a gente guapa, no a gordas y feas.  A todos nos gusta la belleza.  La belleza abre puertas.  Ser guapa incrementa la autoestima, la seguridad y la confianza en una misma.  Todas las mujeres deberían sentirse guapas.  De las feas nadie quiere saber nada.  No hay feas protagonizando películas ó en las portadas de las revistas.  No hay lugar para las feas en el mundo de la moda.  Ni en el mundo de la televisión.  No creo que haya mucha gente a quien le agrade contemplar el rostro de una mujer fea.  Feas no, gracias.  Fea. Hasta la palabra en sí misma es fea. Que a una la describan usando el adjetivo "fea" es cuando menos hiriente, y una gran falta de respeto.  Nadie debería llamar fea a una mujer, porque no hay mujeres feas.  Hay mujeres más guapas y mujeres menos guapas, pero feas ninguna.  Todas tenemos en la cara dos ojos, una nariz y una boca, y a partir de ahí cada una que se saque el mejor partido.  "La belleza está en los ojos que la observan" y la mujer que a unos parece bella, a otros no lo parece tanto.  Y viceversa.  Existen mujeres acomplejadas y deprimidas que por creerse feas apenas se dejan ver, y viven encerradas en sus amarguras. Es muy triste y muy injusto.  Toda mujer debería sentirse orgullosa de serlo, y debería salir a la calle y mostrar lo mejor de sí misma.  No importa ser más o menos guapa.  Importa ser una misma y vivir en armonía y libertad.  Para que a una la quieran, primero debe quererse a sí misma.   Las guapísimas y divinas de la muerte están muy bien donde están y las menos guapas también tienen que ocupar su lugar. Sufrir por no sentirse guapa es bastante absurdo.  Hay que tirar hacia delante, con una sonrisa y muchas ganas de vivir.  Y siempre cuidar de una misma. Impepinable.  

viernes, 12 de octubre de 2012

UNA MEDIOCRE INDIGNADA

¡Vaya!, otra vez me han llamado idiota.  Mira que les gusta decir eso de que la sociedad está idiotizada.  Y mira que les gusta insinuar que los mediocres lo somos por vagos y pasotas.  Que a gusto se deben de sentir al decirlo. Que superiores.  A mí que me dejen en paz ya, que yo no me he metido con nadie, y mira que motivos no me faltan.  ¿Y si no sé cuál es la capital de Suecia a los demás que les importa? que yo me quedo la mar de  contenta con ver las fotos de la Victoria con su marido y su hijita en el "¡Hola!". ¿y que pasa porque vea el "Sálvame" y el "Gran Hermano", ¡pues a mucha honra!.  Pues anda que los políticos no hacen show ni ná.  Si se pasan los días tirándose los trastos a la cabeza.  A esos los llevaría yo a la casa de Guadalix, que seguro que un buen espectáculo nos darían, ahí metiéndose unos con otros con esa elegancia suya.. jajaja. Sería telebasura pero con clase. Telebasura de luxe.  Sí..  Ay, qué harta me tienen.  El otro día hasta leí que la mediocridad es una patología.  Sí.  Vamos que encima, que me llaman  mediocre idiotizada, también  me dicen que estoy enferma.  Y que soy mediocre porque me conformo con satisfacer mis necesidades básicas y no aspiro a más... ¡¡ pues claro que me gustaría tener más!! pero qué puedo decir, si he acabado siendo una ama de casa  ¡que a mucha honra!.  He dedicado mi vida a criar a mis hijos; me he esforzado en inculcarles valores y con disciplina he sacado la casa adelante. Pues así soy yo.   Mis hijos lo son todo para mí y estoy orgullosísima de ellos, que hay que ver lo buenos chicos que son y que buenos estudiantes.  Y luego van los pobres, y con esa energía suya tan propia de la juventud, se manifiestan entusiasmados con sus ideas y su descontento por la situación actual del país.  Sí, se manifiestan y llegan los listos de turno, y les llaman perro flautas.  Ellos sí que son perro flautas.  IDIOTAS en mayúscula les llamaría yo.  Meterse con mis niños.  Mis niños que no insultan a nadie, y solo pretenden labrarse una vida mejor, y con dignidad salen a la calle, sin hacer ningún daño a nadie.No se merecen que les insulten.  De verdad que es el colmo.  
Sí, soy una mediocre española que paga los impuestos puntualmente.  Una mediocre española que ha pagado su casa y un montón más de dinero a los bancos.  Qué voy a contar de los intereses de la hipoteca que no se sepa ya.  Los bancos.  Con todo el dineral que se llevan de todas las hipotecas de todos los españoles y ahí están dejando en la calle a familias enteras porque no pueden pagar. Que poca vergüenza.  Pero claro, qué va a entender una mediocre idiotizada como yo de lo que ocurre con los bancos.  Yo a pagar y a callar.  Y si mis hijos no encuentran trabajo y a mi marido por la crisis le han bajado el sueldo ¿a quién le importa? ¿le importa a alguien? ¿a los bancos? ¿al gobierno? ¿a la oposición? ¡ja! les importa un comino.  Todos ellos, los poderosos, los que gobiernan el país; los que hacen y deshacen lo que les da la gana.  Ellos lo han hecho mal  y la que lo pago soy yo.  Normal que me llamen idiota.  Soy mediocre, sí, pero tengo dignidad y si una cosa tengo clara es que la culpa de la crisis no la tengo yo. Y otra cosa quiero decir:  que si no tengo cultura o no veo los documentales de la dos o no me entero de nada, eso es asunto mío, que yo sé lo que tengo que saber y punto pelota. Que ellos hagan su trabajo que yo ya me ocupo de hacer el mío. Y a ver si respetamos un poquito, que hay mucho mediocre por ahí suelto que todavía no sabe que lo es.  Un poco de por favor. Que ya está bien.

viernes, 5 de octubre de 2012

REFLEXIONANDO SOBRE LA INFIDELIDAD


El otro día leía en no sé dónde, un artículo acerca de la infidelidad.  Resumiendo venía a decir que al contrario de lo que se cree, la mujer comete infidelidad casi a la par que el hombre.  "La propensión a la infidelidad -explicaba el artículo- no la marca el género, si no la posibilidad de serlo.  Las personas que conocen a más gente, tienen más posibilidades de traicionar a sus parejas".  Así de simple.  Así de lógico. Si esto ya me lo explicaba a mi mi madre.  No es lo mismo trabajar en una pequeña empresa -decía mamá- que en una grande llena de hombres y mujeres trabajando juntos.  Que haya líos en esos casos es casi inevitable.  Pero ¿por qué?.  A mi entender, esta teoría me está diciendo que yo puedo estar tranquila, pues teniendo en cuenta el número y género de los trabajadores que hay en la empresa en la que trabaja mi pareja, hay muy pocas posibilidades de que me sea infiel.  Por lo menos allí.  Pero si trabajara en otro lugar, con muchas compañeras... otro gallo cantaría.  Quizás no me pondría los cuernos, pero ya habría  muchas más posibilidades.  Y si fuera yo la que trabajara rodeada de hombres, pasaría exactamente lo mismo.  Que las posibilidades de que yo le fuera infiel a él en el trabajo aumentarían considerablemente.  
No somos animales, somos personas racionales.  Otros factores son muchos más contundentes a la hora de que una persona sea infiel a su pareja que el mero hecho de que en su entorno abunden personas del sexo opuesto.  Una relación de pareja pasa por muchas etapas.  Hay etapas muy buenas y etapas muy malas.  Hay mucha rutina, hay aburrimiento y hay en general de todo un poco.  Pero ¿por qué se es infiel?.
La infidelidad es una traición en toda regla. Yo casi preferiría ser la esposa engañada.  
No creo en la amistad entre hombres y mujeres (bueno, alguna excepción hay), porque generalmente una de las partes acaba queriendo algo más íntimo que lo que una amistad da de sí.  Mis únicos amigos son las parejas de mis amigas.  Y si en alguna ocasión algún hombre entabla conversación conmigo y de alguna manera noto que despierto cierto interés, aunque mi ego se enaltece, zanjo la conversación y en lo sucesivo evito a esa persona.  No está bien deleitarse en el hecho de resultar atractiva a alguien cuando una ya tiene quien la espera en casa.  "El que evita la tentación, evita el pecado", dice el refrán.  Pero la realidad es  que si una persona es infiel, no es porque "la carne es débil", o porque está rodeada de tentaciones.  Si una persona es infiel es porque a su pareja ya no la quiere. Así de sencillo.  El amor se acaba, y cuando el amor se acaba la relación de pareja está en grave peligro de muerte, y la infidelidad simplemente  es la gota que colma el vaso. No hay más.  Por eso no hay que temer que tu pareja te sea infiel porque si se llega a éste punto, significa que  más tarde ó más temprano todo se iba a desmoronar.  Sí o sí.  Esa es la moraleja que extraigo de está reflexión:  La infidelidad no es la causa de la traición, es una consecuencia del final del amor.

domingo, 30 de septiembre de 2012

¿NATURALES O ARTIFICIALES?

Despierto curiosidad en la gente. Bueno no; yo no. Más bien lo correcto sería decir que "el origen" de mis niños despierta la vena cotilla de mucha gente.  Supongo que es algo que les pasará a todas las mamás de mellizos. La duda de cómo han sido concebidos se enciende igual que una bombilla en muchas cabezas y cómo la avidez del cotilleo no se puede controlar (lo sé por experiencia), pues comienza el indagar.  La verdad es que me hace gracia y me llama la atención porque estoy hablando de gente que no conozco de nada... Os pondré en la situación:  Un día cualquiera bajo a la calle a pasear a mis peques en el "pedazo de carro doble" que ya por si solo llama la atención.  Pues eso, que voy felizmente paseando y me para un transeúnte que se alegra de ver a mis niños y me felicita por "lo bien que lo he hecho".  Niño y niña es mucha suerte -añade-.  A continuación esta persona para mí completamente desconocida llega a la conclusión de que yo "ya he terminado" y que mi marido ya se puede "cortar la colita". Sí. Jajajaj... Y ahora llega el "indagueo" (no busquéis en el diccionario que está palabreja es de mi cosecha, vamos que parece ser que no existe..).  Como preguntarme directamente si me sometí a algún tratamiento de Reproducción Asistida para quedarme embarazada es muy fuerte, pues la persona en cuestión opta por contarme que no se quién de su familia también tiene dos, PERO que los suyos fueron naturales.  Ea!. Y llega el silencio para que yo le aclare si los míos son naturales ó artificiales. Jajaja.  Oye, que sepáis que si cuento estás anécdotas es porque esta conversación la mantengo casi a diario, y siempre con extraños. Por eso me hace gracia.  Y yo, que en el fondo soy una buena samaritana,  le explico a quién quiera que sea, que "los míos también son naturales y que mi marido tiene un hermano mellizo".  Una vez pronuncio estas frases, contemplo el alivio en la cara de mi interlocutor que inequívocamente exclama un "¡¡ah!! entonces ya está claro".  Clarísimo. ¡Mira que somos cotillas!. Me incluyo porque yo también "me las traigo". Por eso nunca me ha molestado que me pregunten indirectamente y por eso no me importa contestarles. La curiosidad es algo natural.. Yo diría que innato en el ser humano.  ¿O innato en las mujeres?... porque ahora que lo pienso, generalmente-siempre   son mujeres...jajaja... obviusly.
Pues eso; que cada día alguien intenta averiguar cómo se concibieron mis niños. Y como este es mi pequeño espacio lo aclaro aquí también: mis pequeñines son naturales y mi marido tiene un hermano mellizo.  Me tuvieron que hacer una fecundación in vitro porque no me podía quedar embarazada.  Y gracias a Dios todo salió bien. Doblemente bien.. jaja.  

P.D: A los desconocidos que me paran por la calle no les cuento el resto de mi historia porque obviamente ni les importa ni me apetece. Pero aquí es diferente.  Aquí es especial.

lunes, 24 de septiembre de 2012

MAL DE LA SUEGRA

Cuando hicimos el curso prematrimonial, el cura lo dijo claramente: "chicos, si vuestra madre vive en el piso de arriba del vuestro, vosotros podéis subir a verla siempre que  queráis, pero ella antes de bajar a vuestra casa tiene que pedir permiso o ser invitada.  Acordaros: las mamás en su casa y vosotros en la vuestra, con vuestra mujer."  Y yo me pregunto cuántos matrimonios se habrán roto por culpa de la suegra, para que los curas hagan semejante recomendación en los cursos prematrimoniales.  Seguramente que muchos.  Observando fríamente mi entorno las mujeres "amigas" de sus suegras escasean;  más bien es todo lo contrario.  La que no tiene una herida aquí, la tiene allá. Vamos, que el "mal de la suegra" es algo comúnmente común.  Es extraño.  O mejor dicho, no debería de ser así, porque al fin y al cabo, la suegra es la madre de nuestro marido y por lo tanto es de justicia tener un buen trato con ella.  Pero no.  Tristemente y muy a menudo las relaciones se complican, y mucho, porque hay suegras que son auténticas víboras. Este tipo de suegra al que me refiero, suele creer que está por encima del bien y del mal.  Ella puede decir lo que le venga en gana, al margen de si sus palabras hieren ó no.  Es más, si a esta suegra no le caes bien, ella se encargará encarecidamente de que seas consciente de ello, logrando intencionadamente que en su presencia sientas algo que con el paso del tiempo se convertirá en amargura y en rencor. Mal rollo.  Y mal rollo para el matrimonio, por que al ser la suegra la madre de él.... ceguera.  Hay un refrán que dice que "no hay más ciego que el que no quiere ver", y en estos casos, es comprensible y hasta natural que a ellos les cueste tanto trabajo comprender o ver, que su madre no es cómo ellos creen.  Pobrecillos.  Qué duro saber que la madre que te trajo al mundo y te crió y te dió todo su amor se comporta de manera vil con la persona amada.  Qué duro y qué triste, porque cuando las cosas empiezan a ir verdaderamente mal, el hombre tiene que ocupar su lugar y alejar a su madre, que es en estos caso altamente perjudicial para la felicidad conyugal.  En mi opinión este tipo de suegras son un fracaso total como madres, como mujeres y como personas. Una madre no tiene ningún derecho de hacer infeliz a su hijo y a la pareja de éste por el simple hecho de que ella habría escogido a otra.  Es injusto.
Este post lo estoy escribiendo pensando en unos buenos amigos que lo han pasado muy mal por culpa de la suegra.  Mi amiga no cayó en gracia a la mujer y al parecer ha tragado durante años una notable cantidad de impertinencias hasta que ha dicho basta, y ha hecho estallar la bomba. Su pobre marido que es muy buena persona lo ha pasado bastante mal sintiéndose  impotente para arreglar la situación y poder continuar siendo todos una familia.  El hombre sufría por tener que apartar a su madre y al mismo tiempo comprendía que era ella la que provocaba el final de las relaciones con su desagradable actitud.  
A veces el amor nos da la fuerza necesaria para tomar decisiones difíciles y a veces por amor optamos por sacrificarnos y poner una vez más la otra mejilla con la esperanza de que el bofetón no llegue nunca.
Mis amigos van a volver a intentarlo.  La suegra está arrepentida de todo, y parece que hay buenas intenciones por ambas partes.  El tiempo dirá.  Desde luego querer es poder, y si esta suegra antaño viperina valora y agradece esta oportunidad para formar parte de la vida de su hijo respetando a la mujer de éste, si de verdad lo valora y agradece,  todo saldrá bien.  Hay que confiar en las segundas oportunidades.  Confiar en que una suegra puede cambiar.  Hacer todo cuánto esté en nuestras manos para lograr una armonía con esa mujer que es la madre de nuestro marido y que a fin de cuentas a nosotras él nos ha elegido pero a su madre no. Una madre te toca y es lo que hay.  Y una suegra te toca pero si es de las malas, hay que luchar.  Luchar por la felicidad.

martes, 18 de septiembre de 2012

SARA SE HA CAIDO

Al igual que para la mayoría de los mortales, la vida de la pequeña Sara transcurre en una pacífica cotidianidad. Sintiéndose segura en el seno de una familia normal y estable, vive los días con el entusiasmo y la energía propios de una niña de su edad.  Pero como a todos nos ha ocurrido alguna vez, llega un día en apariencia normal, en el que algo sucede y nuestro mundo se tambalea, y nos sentimos inestables y confusos.  Como si camináramos por la cuerda floja.  Algo así es lo que le ha pasado a la pequeña Sara.  A sus cinco añitos corría felizmente por el parque cuando de repente tropezó con algo y cayó de bruces contra el suelo lastimándose la rodilla.  Qué daño se hizo la pobrecita.  Le salía tanta sangre que tuvieron que marcharse rápidamente de allí para llevarla al hospital, donde le cosieron la herida con dos puntos de sutura. Una vez ya tranquila en su casa y pasado el dolor, Sara rememoraba la experiencia vivida.  La caída, la sangre, la posterior carrera hacia urgencias... los puntos, el diploma y las chucherías que le entregaron tras curarla como premio a su encomiable comportamiento.  Y la venda.  La venda era lo mejor de todo.  La venda la tenía fascinada.  Y de recordar pasó a fantasear.  ¿Qué le dirían mañana sus amiguitas en el colegio?  ¿y la profe? ¿como reaccionarían todos cuando se enteraran de lo que le había pasado?... Al pensarlo, Sara sonreía;  por eso cuando su madre le propuso quedarse en casa al día siguiente para recuperarse bien de la herida, Sara negó rotundamente con la cabeza y también a viva voz.  Tenía que ir al cole para que vieran su venda.  
Ya por la noche, cuando se fue a dormir, algo le impedía  conciliar el sueño: la herida.  Le dolía.  Al no sentirse bien, decidió ir a dormir a la cama de sus padres.  Necesitaba sentirse arropada y protegida. Y necesitaba que le dejara de doler.  El dolor la desasosegaba.  Y así, acostada entre su padre y su  madre, su vocecita se escuchó en la oscuridad del dormitorio formulando angustiada la gran pregunta: ¿mamá, cuando va a volver mi vida a la normalidad? 
Normalidad, es normal necesitarla.  Y con cinco años también.

P.d: A los dos días a Sara ya no le dolía la herida y la pequeña venda de su rodilla, ya formaba parte de la normalidad de su vida.

viernes, 14 de septiembre de 2012

VIVIENDO

Siempre filosofando, siempre pensando, siempre buscando la felicidad.  La vida. Un apasionante camino lleno de obstáculos que hay que ir superando para alcanzar la felicidad.  Una vez alcanzada ésta, dura poco pues rápidamente un nuevo obstáculo nos aparta de ella y nos obliga a seguir nuestro camino luchando para volver a lograr ser felices. ¡Ja! Mira que al ser humano le gusta filosofar y pensar, y profundizar en los sentimientos y buscar a todo su razón de ser.  ¿Quién no se ha preguntado nunca cuál es el sentido de la vida? ¿quién no se ha parado a analizar cuáles son los obstáculos que le impiden ser feliz? ¿Quién no se deleita con las magnificas frases de auto-ayuda que circulan sin parar por el facebook?. Son geniales. Tiene gracia porque de vez en cuando leo alguna que me activa la memoria, pues de niña me gustaba apuntarlas en una libreta.  La libreta de las poesías y las frases bonitas. Qué cosas.  Casi toda la vida filosofando. Será que no hay manera de dejar de hacerlo.  Será que Vida, Camino, Felicidad y Obstáculos van en el mismo lote y desde que nacemos hasta que morimos nos entretenemos divagando al respecto porque forma parte del sentir humano. Sí, algo de eso será.. Pretendo volver a escribir en el blog. Lo echo mucho de menos. Voy a intentarlo aunque no dispongo de mucho tiempo, pero cómo me digo siempre que quiero algo, querer es poder.  Pero está dificil.  Mi vida ha cambiado mucho desde la última vez que escribí, y llevo mucho tiempo intentando  volver, pero es que cuesta.  He alcanzado la felicidad y cumplido mi sueño de ser mamá, ¡¡y de mellizos!! jaja, tienen ahora nueve meses, son preciosos. Niño y niña.Así que si logro reincorporarme a este maravilloso mundo blogueril imagino que más de una vez escribiré acerca de todas las emociones vividas. Aunque como he dicho, he alcanzado la felicidad, pero en mi vida siguen habiendo obstáculos que saltar, pues el camino continúa y la vida entre algodones es una utopía. Pero bien mirados algunos obstáculos nos hacen grandes, pues nos hacen pensar, estimular, luchar.  La vida es dura, pero merece la pena.  Y a veces la vida es muy bonita. Saborear los buenos momentos. Eso no deberíamos olvidarlo nunca.  Me siento feliz escribiendo mientras mis peques duermen un ratito... Sin duda vale la pena buscar tiempo para saborear estos momentos...