lunes, 22 de febrero de 2010

SOMBRA AQUÍ Y SOMBRA ALLÁ....

El sábado se celabraba el 80 cumpleaños de la tía Grace. Iba a asistir la familia al completo. La comida tendría lugar en una preciosa masía y todos llevábamos meses ilusionados con el evento. Yo me había comprado un vestido de lana de color crema que aderezaría con mi collar de perlas, reservado para ocasiones especiales. Así que el sábado, me levanté en cuánto sonó el despertador y desayuné libre de toda pereza, con ganas de dedicarme la mañana a mí misma para estar radiante en un día muy especial. Me dí un baño revitalizante y apliqué a mi cabello una mascarilla reparadora y fortificante. Al salir de la bañera, me sequé y me puse mi body milk reafirmante. Después de secarme el pelo concienzudamente con el secador, me puse los rulos calientes para ondularlo y con ello darle más volumen. Con la cabeza llena de rulos, y tratando de no hacer mucho ruido ya que él estaba durmiendo plácidamente, comencé con mi sesión de maquillaje, cuyo primer paso es la crema hidratante seguida del propio maquillaje. Destaqué mis ojos pintándolos ahumados, y me quedaron chulísimos. Como tenía tiempo de sobra, y a mi pelo le convenía tener un rato más los rulos puestos, me preparé un cafelito y me lo tomé relajada viendo la tele. Cuando consideré que era oportuno, volví al cuarto de baño, me lavé los dientes y encendí la luz del dormitorio para que él se fuera despertando. En la cocina, le preparé el desayuno y estuve un rato con él en el comedor mientras se lo tomaba. Luego arreglé la habitación y volví a meterme en el baño. Me quité los rulos y me encantó el resultado. Al tiempo que me ponía unas horquillas pensaba en el maravilloso invento que eran los rulos. Aunque colocarlos uno por uno era un verdadero rollo y acababas con los brazos doloridos, el resultado era absolutamente fabuloso. Se acercaba la hora de irnos, así que me vestí, me dí un último toque de colorete, me puse el brillo de labios, hidraté mis manos y me rocié con mi colonia favorita . Yo ya estaba lista para disfrutar de la fiesta de tía Grace. Ahora le tocaba a él acicalarse. Se metió en el baño, se dió una ducha rápida, se lavó los dientes, se puso un poco de gomina en el pelo, se vistió y listo. No se afeitó, porque claro, la barba de dos días resulta de lo más sexy... Sonriendo no pude evitar comparar la mañana que yo había dedicado a mi imagen, con sus escasos quince minutos... Hombres, mujeres, Marte, Venus.... :-)

13 comentarios:

Esteban dijo...

Pues si en eso somos muy distintos!!!! yo tardo un poco mas, pero vamos unos 30 minutos.
Un beso y buena semana

Uma dijo...

En este aspecto yo tambien soy mas de Marte que de Venus...
Lo malo es que cuando quiero hacerlo lo se y lo bueno es que cuando lo hago (entiendase, ayudada por profesionales) me queda de lujo!!
Bonito día y debias estar guapisima...
Rulos ¡ese gran desconocido! el otro dia tiré unos que andaban por casa pq no los habia usado nunca
besos

X dijo...

Jajaja, cosas buenas de ser hombre, ¡en lo de la barbita de dos días la culpa igual es vuestra eh! :D

Atlántida dijo...

Marte y Venus, mejor que sigan con sus 15 minutos, imagínate las peleas por el baño si necesitaran el mismo tiempo que nosotras.

Unknown dijo...

Debo confesar que con los años, empiezo a dedicar mas tiempo a cuidarme que antes.
Aunque tengo días que paso de todo.

LA VANE dijo...

Ya sabia yo que esto iba a salir por algun lado, tanto recrearte en tu cuidado personal. Nunca tenemos tanto tiempo como para eso. Vamos, yo es que no se ni lo que es ir a la peluqueria para ir a una boda. Voy siempre corriendo. Ah, pero mi amantisimo es incapaz de asomarse a la puerta sin vestirse de arriba a abajo. Coqueto que me ha salido.

kpa dijo...

Bueno,alguna ventaja teníamos que tener los hombres,no? que nos arreglamos en un pis pas..jejeeee
a nosotros nos pasa algo parecido;cuándo salimos mi chica "invade"el baño y está un buen rato...yo ya estoy entre acostumbrado y resiganado...jajaaa..pero viendo el resultado no me quejo para nada..

Wenanena dijo...

Pues eso, que no tenemos nada que ver. Me quedo con la barbita de dos días. Me encantaaaaaaaaaaaa

Miguel Angel dijo...

La verdad es que en prepararnos somos muy distintos... de planetas diferentes.
Miralo por el lado positivo...si tardariamos lo mismo que vosotras, tendriamos que pelear por el baño, por ejemplo...autentica lucha de titanes, a si que la naturaleza una vez mas, es sabia.
O tal vez es que somos unos putos vagos...que también podria ser...si.
Un beso Claire

YOLI dijo...

Pues no es mi caso, mi niño, eso sí, se levanta bastante más tarde que yo, pero entonces se apodera del baño y se me caducan las cremas esperando que salga. Yo procuro restaurarme todo lo que puedo antes de que él se levante, si no estoy perdida ¿cómo puede tardar tanto? Y encima no se echa ni un poquito de crema, ni ná de ná. Es que se adorna, se adorna con el afeitado y los pelos (que tampoco es que le queden ya muchos, alaaaaaaaa, que mala!)

Besitos

Sandra dijo...

Ayysss me encanta leerte, trasmites una paz y unas ganas de q sea sábado para desayunar en casita tranquilamente... jaja me encantas!!.

Y si guapa, nosotras necesitamos minimo dos horas para vernos medio decentes, y ellos en 10 minutos ya van listos... a veces envidio eso :S

Besos.

Jo Grass dijo...

¡Qué gustazo más grande pasarse una mañana de sábado dedicada a ponerse divina de la muerte! y, cuánto tiempo hace que yo no me pego un sábado tan placentero como el que describes!!! En fin, prefiero que tarden 15 minutos y nosotras 3 horas, aunque mi novio actual también se recrea lo suyo. Dice que se pone guapo para mí, y yo, ¿qué quieres que te diga?, pues, lo creo, jajajaja

besitos guapa

Nebulina dijo...

Pues...mi novio tarda casi tanto como yo xD
Un besazo!