En una comunidad de vecinos llevarse bien no es fácil. Debería serlo, pero no lo es. Supuestamente, para una convivencia civilizada y armoniosa bastaría con que permanecieran en las relaciones entre vecinos, la educación, el respeto y el civismo, pero teniendo en cuenta que los componentes de una comunidad de vecinos son personas, cualquier cosa se puede interponer en el buen convivir.
Begoña y Rosa eran vecinas desde hacía tres años. Estrenaron juntas la finca y sus pisos eran contiguos. Coincidían a menudo tendiendo la ropa, y además habían tomado juntas más de un café. Su relación de vecinas era como cabía esperar. Cada una en su casa, y rostros sonrientes al cruzarse en el rellano. Punto. Pero en un momento determinado, algo empezó a cambiar.
EL PRIMER DIA.
Un sábado por la mañana, Rosa dormía plácidamente cuando en la lejanía un ruido continuo la fue sacando gradualmente del sueño. Ya despierta, reconoció ese familiar sonido: una aspiradora. De mala gana encendió la luz de su lamparita para comprobar que su reloj marcaba las diez de la mañana. Intentó volver a conciliar el sueño, pero como el ruido no cesaba, se despabiló por completo y se levantó huraña. "Buenos días", se dijo a sí misma.
Al otro lado de la pared, Begoña pasaba contenta la aspiradora. Se había levantado temprano y llena de energía. Cuando terminara con la aspiradora, solo le quedaría limpiar el baño y se podrían machar a comer fuera. Había salido un día estupendo. "A quién madruga Dios le ayuda", se dijo sonriente a sí misma.
DOS MESES MÁS TARDE.
El ruido de la aspiradora despertó a Rosa y a su marido. Esta vez eran las once de la mañana. Rosa maldijo en silencio. Sabía que era Begoña la trabajadora matutina porque el segundo sábado que la despertó, acercó la oreja a la pared de su dormitorio y no le cupo duda de que era de allí de dónde procedía el ruido. De la casa contigua. Sabía que no podía llamar la atención a su vecina, porque aunque fuera fin de semana, las diez de la mañana no se consideraba hora de descanso. Pero a Rosa le encantaba dormir hasta tarde los fines de semana, y no se acostumbraba a que ruidos indeseables la despertaran. Y la enfadaba más todavía el hecho de que intuía que su vecina pasaba la aspiradora a sabiendas de que dormían. Intuía que a Begoña despertar al vecindario "se la traía al fresco", y lo cierto era que estaba en su derecho.
AL DÍA SIGUIENTE.
El móvil de Rosa la despertó a las nueve de la mañana. Su marido se marchaba a almorzar con unos amigos, y ella se levantaba también temprano para hacer algunos quehaceres y así más tarde podría irse a comer fuera.
Eran las diez en punto de la mañana cuando Rosa se asomó a la ventana que daba al deslunado y descubrió que la persiana de su vecina Begoña estaba bajada del todo. Una sonrisa maligna se dibujó en su rostro mientras se preguntaba si estaría durmiendo. Decidida cogió su radio y se la llevó a su habitación donde puso la música lo suficientemente alta como para despertarla. Bailoteando mientras hacía la cama dio mentalmente los buenos días a la pared.
12 comentarios:
Anda, mira, soy la primera, jejeje.
Vaya vengativa la Rosita, no??. Mira, cuando uno tiene vecinos, tiene que tragar con todo ( lo legalmente tragable, claro) y si no, ya sabes... chalecito a las afueras.
De todas formas, es una faena eso de que quieras dormir y haya ruido que te lo impida... y no ha pensado Rosa en comprarse unos tapones para los oidos???
Pero que requetebien vivo solita, sin vecinos al lado que molesten... bueno, el gallo que canta a las 6 de la mañana y las campanas de la iglesia, que ya me he acostumbrado y ya casi ni las oigo.
Besucos.
Lo de los vecinos es tremendo pero estoy con la Queli, menuda es la Rosita, jajaja Si estuvieran pasando el aspirador un domingo a las 7 de la mañana lo entendería pero de otro modo le recomiendo tapones.
Añoro vivir como en mi pueblo, en una casita y sin vecinos arriba y abajo. El anecdotario que tengo de la finca donde vivo es tremendo. No se dicen las cosas, se ponen denuncias, es alucinante.
Requetebesos y buen finde guapa
Bueno, esto va a continuar, ¿no? Para mí ninguna ha hecho nada mal, las diez de la mañana es una hora decente para pasar la aspiradora o poner música (aunque yo me levante a las dos un fin de semana xD).
Ains, yo viví casi 30 años en una vivienda unifamiliar aislada, ahora llevo 9 meses viviendo casi sola en mi edificio y hace 15 días se mudaron al piso de al lado una pareja algo ruidosa y lo llevo fatal.
Ya quisiera yo que los vecinos me despertaran a las 10 y no a las 8!!!jajajajaj...
Estoy con rosa! las 10 de la mañana es mas que decente, y la tal begoña una siesa por la venganza! con unpoco de suerte la otra se ha pirado de vacaciones! ¡cuanta maldad!
besos
La convivencia entre vecinos nunca ha sido facil y supongo que las anécdotas serán muchas. En el fondo es un problema de respeto y educación.
Un abrazo Claire
Las enemistades comienzan de la forma más tonta, está claro. Pero, vamos... ¿qué trabajo costaba decirle a la vecina que si podía pasar la aspiradora más tarde poniendo una excusa? La historia de la jaqueca es muy socorrida :)
Ufff...
Que mala pinta tiene esto...
Pero no es para enfadarse, ni siquiera lo hace todos los sábados, a ver como continua...
Saludines,
YoMisma
esto de tener vecinos es telita a veces eh!! jajaja, pero a ver que se le va a hacer!! muchos besos guapa
PD Ya no vengo mucho pero toy estresada!! a ver si algún día hablamos por msn, ok?? ciaoo
A mí es que me da corte hacer algo a sabiendas que puedo molestar a los vecinos, pero parece que lo normal es lo contrario, sí...
Espero que "Guerra de vecinas" sea una serie que continue, ¿eh?, je, je, je...
hombre a las 10 o las 11, cada uno es libre de hacer el ruido (normal) que quiera... vamos si me dices las 8 de la mañana, pues no! jajaja
los conflictos entre vecinos son interminables... xD
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