domingo, 27 de noviembre de 2016

MOMENTOS INOLVIDABLES EN EL ASCENSOR

Entramos los tres en el ascensor; apresurados, que llegamos tarde,  como siempre.  En el reducido espacio nos recibe una vecina con  su hija.  Nos damos los "buenos días" cordialmente y ella se dirige a mi pequeño con un "hola Manolito".  Como Manolito está distraído, yo, su mamá siempre dispuesta, le saco de su ensimismamiento con un "Manolito que te están saludando.  Dile hola".  Mi hijo se gira hacia la vecina y tras mirarla decide meterle la mano por debajo del jersey para tocarle la barriga.   "Qué mano más fría" exclama riendo la vecina... "Manolito eso no se hace" corrijo yo a mi pequeño.  Entretanto mi hija se haya frente a frente con la otra niña. Ambas se miran fijamente. Tienen casi la misma estatura pese a que la otra es tres años más mayor.  De repente a mi hija le pica la nariz y....Aaaachiissss... le estornuda en toda la cara a la otra que permanece impertérrita con su dulce carita  y sus gafas de pasta que la hacen más enternecedora.  "Cariño en la cara no le estornudes" le digo yo al tiempo que la aparto por la barbilla. Mi vecina y yo nos miramos.  Sobran las palabras.  Llega la risa.  La carcajada más bien...Qué momentazos en unos segundos.  Entre risas de verdad salgo del ascensor y nos despedimos: "Qué locura de vida" y mi vecina divertida me dice adiós con la mano porque no puede parar de reir.   Mi hija también se está riendo cuando salimos a la calle.  Me mira con su carita llena de vida y me dice "le he estornudado en la cara, mamá.." y suelta unas  carcajadas. "Si cariño....." y le explico que se tiene que tapar la boca con la mano cuando vaya a estornudar, pero ella aunque atenta sigue regocijándose en su recuerdo del estornudo...
Empezamos bien el día. Con unas risas, claro que sí...

2 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Nada mejor que empezar la jornada con unas risas (sobre todo si la estornudada no eres tú, jeje)
Un beso

Atlántida dijo...

historias de ascensor y de niños ¡todo un boom! me alegro que empezaras el día con sentido del humor, como dice Pilar, suerte que no te cayó a ti el estornudo.